Luis Abril, el codiciado gurú al que se rifa medio IBEX
Tras doce años de asesor áulico de César Alierta en Telefónica, acaba de llegar a Iberdrola y ya se ha convertido en la mano derecha de Ignacio Galán. También ha desembarcado en la consultora Ernst & Young y anda negociando con la firma de abogados Baker & McKenzie
La experiencia es un grado, y si viene avalada por los logros conseguidos en los últimos 30 años, miel sobre hojuelas. Por eso, a sus ya casi 70 años de edad, al burgalés Luis Abril se lo siguen rifando las grandes empresas como asesor general de estrategia a nivel de comunicación, imagen corporativa y redes sociales.
No lo dejan en paz. BBVA, Banesto, Santander, Telefónica y, ahora, Iberdrola. Grandes del IBEX-35 que, en las últimas tres décadas, han confiado a pies juntillas en sus consejos, que le sirvieron para convertirse en mano derecha de los presidentes de estas grandes corporaciones.
Confianza plena en un mes
Ignacio Galán, el presidente de Iberdrola, ha sido el último en reconocer los méritos de Abril. En tan solo un mes, ha logrado que el máximo responsable de la multinacional energética no mueva un dedo sin consultar antes con el burgalés. Lo mismo han debido pensar en la consultora Ernst & Young (EY), que también ha contratado sus servicios, y en la firma de abogados Baker & McKenzie, que se lo está pensando.
Y Abril está encantado. Su primera salida al extranjero, ya como asesor de Iberdrola fue a México, donde, además de ponerse al día del negocio de la multinacional en una de las principales plazas en la que opera, pudo contemplar en directo el regreso al coso de Insurgentes de su ídolo, el torero José Tomás.
Negocios y toros
Una pasión, la taurina, convertida en devoción cuando está de por medio el diestro de Galapagar. Declarado ‘tomasista’, siempre que tiene oportunidad recuerda cómo estuvo presente en la histórica corrida, de septiembre de 2012 –dos meses antes de abandonar Telefónica–, en la que el torero madrileño se encerró con seis toros en el coso francés de Nimes, a los que terminó cortando 11 orejas y un rabo e indultando a uno de los astados.
La salida de Telefónica, en noviembre de 2012, resultó un tanto sorprendente. Tras ser despedido del Santander en 2001, Alierta le abrió las puertas de Telefónica casi al día siguiente. Primero como presidente, y después, sucesivamente, como director general de Medios, Marketing y Contenidos, director general de Comunicación Corporativa y, finalmente, secretario de la Presidencia.
Salidas del Santander y de Telefónica
El argumento oficial de salida amistosa de Telefónica que se emitió, por el deseo expreso de Luis Abril de acometer nuevos proyectos de consultoría –a través de la sociedad Lotimar, la empresa que administra junto a su esposa desde la Gran Vía de Bilbao–, se contrapuso otra razón. Que el final de su relación con la operadora respondía a los cambios en la cúpula directiva que entonces promovió el nuevo consejero delegado de la multinacional, José María Álvarez Pallete.
En cualquier caso, amistosa o no, su salida de Telefónica no fue ni de lejos tan traumática como la acaecida once años antes en el Santander. Abril pagó los platos rotos de la crisis de identidad corporativa que, tras la fusión entre el BCH y el Santander, acabó convirtiendo al banco resultante en el BSCH, una marca que no fue del agrado de casi nadie.