Luckia, Comar y los reyes del juego, en shock con Garzón en Consumo
Si cumple el programa, el próximo ministro de Consumo, Alberto Garzón, se plantea cerrar el 90% de las casas de apuestas, online y presenciales, en dos años
El nombramiento será el mensaje. Y sin duda, de forma contundente. A la nómina de ministrables de Unidas Podemos, hasta ahora nombres propios previsibles como Irene Montero o la ferrolana Yolanda Díaz, se ha incorporado toda una sorpresa. Tanto por su perfil como por la cartera que ocupará. Alberto Garzón, el líder de Izquierda Unida, ahora integrada en la coalición de Pablo Iglesias, será ministro de Consumo con competencias en juegos de azar y casas de apuestas.
La llegada de Garzón a ese ministerio, si Sánchez sale investido este martes, supone algo más que una declaración de intenciones sobre el futuro de un sector, el del juego, que vuelve a estar estigmatizado. Si se atiende al programa de gobierno pactado entre Pedro Sánchez y Pablo Igleisas, la regulación de los juegos de azar es un asunto «urgente», con «el objetivo de frenar la ludopatía». En su programa electoral, Unidas Podemos iba incluso más allá y se planteaba que el 90% de las casas de apuestas cierren en el plazo de dos años.
«Negocio depredador»
La actividad que ha convertido a empresas gallegas como Comar, con José Collazo al frente, o Luckia (antigua Egasa), pilotada por José González Fuentes, en auténticas multinacionales es, a juicio de la formación del ministrable Alberto Garzón, un «negocio depredador que está atacando nuestras comunidades, en particular, a las personas más jóvenes que no tienen alternativas de ocio asequible en los barrios».
Los reyes del juego tienen motivos para preocuparse. El acuerdo firmado entre Sánchez e Iglesias establece que, «en el marco de la conferencia sectorial impulsaremos criterios homogéneos con las comunidades autónomas para evitar que los locales de apuestas puedan abrir antes de las 22.00 horas y que limiten su proximidad a centros escolares«.
Luckia cuenta con unas 4.500 máquinas recreativas, 89 salones de juego en España y 15 casinos, con gran presencia internacional. Facturó 564 millones en 2018, 60 millones más que en 2017. Si se descuentan los premios entregados, los ingresos del grupo gallego se situarían en torno a los 290 millones, un 65% más que Comar, con base también en A Coruña. El grupo de José Collazo disparó el año pasado un 30% su beneficio con las tragaperras como principal negocio.
Lo pactado entre PSOE y Podemos
El pacto entre PSOE y Podemos, que se plantea desarrollar el nuevo Gobierno si Pedro Sánchez resulta investido este martes, se propone promover «la implicación de los operadores de juegos de azar y apuestas en el desarrollo de acciones de información, prevención, sensibilización y reparación de los posibles efectos indeseables derivados de la actividad de juegos de azar«. Así figura en el acuerdo.
También quieren reorientar «la tasa por la gestión administrativa del juego que pagan los operadores en línea, con el fin de destinar un porcentaje a iniciativas preventivas, de sensibilización, de intervención y de control, así como de reparación de los efectos negativos producidos por la actividad del juego».
Esas son las tareas que tiene por delante Alberto Garzón si finalmente, como todo parece indicar, se sienta a partir del viernes en el Consejo de Ministros como titular de Consumo. El líder de Izquierda Unida también tendrá otras competencias, como todo lo relacionado con los derechos de los consumidores o el consumo ecológico y responsable.
Más impuestos al juego
En su programa electoral, Unidas Podemos no solo se planteaba limitar la proximidad de las casas de apuestas a centros escolares, sino también «restringir el uso de reclamos, como bonos de bienvenida o comida y bebida más baratas de lo habitual, y se establecerán límites de tiempo de apuestas y de gastos diarios y mensuales».
«También incrementaremos los impuestos a estos negocios con el objetivo de aumentar la inversión en la prevención y el tratamiento del daño social que producen», dice el programa electoral de Unidas Podemos, la formación del nuevo ministrable. «En paralelo, diseñaremos una política para abrir centros sociales para jóvenes en esos barrios, que funcionen como espacios cogestionados donde puedan desarrollar actividades culturales y de ocio, y se genere también empleo joven en los barrios», explicaba.