Los últimos ‘mariachis’: batacazo de las sicavs de Dolores Ortega y Fernández Somoza antes del cierre

En 2022, la mayoría de las grandes fortunas gallegas disolvieron sus sociedades de capital variable antes de acabar el año aunque los vehículos que continuaron acumularon importantes rentabilidades negativas en un ejercicio que, dicen, “fue de los más difíciles para la gestión patrimonial”

Luis Fernández Somoza | EFE

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El mapa de las sicavs, las sociedades de inversión de capital variable con las que las grandes fortunas mueven parte de patrimonio, cambió radicalmente el pasado año. Fue debido a la entrada en vigor de la Ley de Medidas de Prevención y Lucha contra el Fraude Fiscal, que endureció los requisitos para que estos vehículos mantuvieran su tributación del 1% en el impuesto de sociedades. Acabado 2022, solo pueden acogerse a este incentivo aquellas sicavs que tengan, como mínimo, 100 socios con una inversión de 2.500 euros cada uno. Así, el Ejecutivo ponía coto a la figura de los mariachis, el nombre en argot financiero que recibían inversores de paja que no tenían apenas representación en el capital de la sociedad.

La entrada en vigor de la normativa provocó un aluvión de anuncios de disolución por parte de las grandes fortunas gallegas, empezando por Sandra Ortega. Muchas de las sicavs de los grandes patrimonios de la comunidad abandonaron esa fórmula jurídica antes de acabar el año. Algunas, aunque sus gestoras anunciaron que propondrían su disolución ante sus juntas de accionistas, se mantuvieron en funcionamiento hasta finalizar el ejercicio. Un 2022 que arrojó, al margen, rentabilidades negativas de manera general.

Fernández Somoza

Así lo revelan los últimos datos publicados por la CNMV. Currelos de Inversiones, presidida por Elisa Fernández Paradela, una de las hijas y herederas del lucense José Luis Fernández Somoza, ex propietario de Transportes Azkar, finalizó el ejercicio con un patrimonio de 70 millones de euros frente a los 76,6 que presentaba a finales de 2021. Así, a lo largo de 2022 acumuló una rentabilidad negativa de un 8,63% frente a los crecimientos de años anteriores. De hecho, en 2021, el patrimonio en circulación de la sicav se estiró un 9,5%; un 5,6% el ejercicio de la pandemia y un 10,7% en 2019.

En febrero del año pasado, Santander, su gestora, anunció la intención de proponer a la junta de accionista la renuncia a mantener la sociedad como una sicav. Además, indicó que, en cualquier caso, pasaría a aplicar el tipo impositivo del 25% del impuesto de sociedades desde el 1 de enero de 2022.

Similar comportamiento tuvo la segunda sicav de la familia Fernández Somoza: Guntín de Inversiones. La sociedad cerró el pasado ejercicio con un patrimonio en circulación de poco más de 129 millones de euros frente a los 142,8 de 2021, acumulando a lo largo del año una rentabilidad negativa de un 9,54%.

Sus gestores advierten de que “el año 2022 fue uno de los más difíciles para la gestión patrimonial, con la confluencia de un triple castigo en el mercado financiero: en retorno, en volatilidad y en correlación. La delicada situación macro, con inflación creciente y temores de recesión, derivó en un difícil equilibrio para inversores, gestores y responsables de la formulación de la política monetaria. Ante las subidas continuadas de la inflación, que ha demostrado menor transitoriedad de lo inicialmente previsto, los bancos centrales, con la Reserva Federal a la cabeza, continúan llevando a cabo un tensionamiento monetario agresivo que provocó el año pasado caídas tanto en la renta fija como en la renta variable”.

Dolores Ortega

También Vivero de Inversiones, sicav presidida por Dolores Ortega, la sobrina de Amancio Ortega, cerró el segundo semestre de 2022 con un patrimonio de 18,6 millones de euros frente a los 22,2 millones del año anterior, con una rentabilidad negativa de un 15,95%. En su caso, en marzo del pasado año, los gestores de la entidad comunicaron su intención de proponer a la junta de accionistas su renuncia a mantener la autorización administrativa como sicav. Al iguel que en otros casos, indicaban que la misma pasaría a aplicar un tipo impositivo del 25% sobre el impuesto de sociedades.

A pesar de que se mantiene activa, la junta de accionistas celebrada el 22 de noviembre acordó derogar los estatutos sociales de la sociedad u añadir como objeto social la compraventa, administración y arrendamiento de fincas rústicas o urbanas, entroncando la sociedad con la actividad inmobiliaria y promotora que caracteriza al grupo familiar. Además, Viveiro decidió reducir capital por 806 euros para la devolución de aportaciones a accionistas minoritarios.

Otra de las sicavs vinculadas a Dolores Ortega y su marido, el empresario coruñés Juan Carlos Rodríguez Cebrián, a través de su patrimonial Marlolan, Silleiro, sí causó ya baja como sociedad de inversión de carácter financiero el pasado 16 de diciembre.

De Josefa Ortega a Fernández Puentes

Lo mismo le ocurrió, por ejemplo, a Jogami de Inversiones, la sicav en este caso de la familia de Josefa Ortega Gaona, hermana de Amancio Ortega, que causó baja en los registros de la CNMV en septiembre del pasado año.

Entre las sicavs de capital gallego que han resistido al aluvión de cierres se encuentra Ingercover, vinculada a Pedro Fernández Puentes, dueño de la farmacéutica Zendal y vicepresidente de Pharma Mar. En la línea del resto de inversores, el pasado año acumuló una rentabilidad negativa de un 5,99%, al reducirse su patrimonio de 18,1 a 17,3 millones de euros.

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