Los tres mayores grupos lácteos que operan en Galicia admiten estar cerca del colapso
Lactalis dice que está haciendo grandes esfuerzos para mantener la recogida de leche; Capsa ya está realizando paros y Río no garantizaba la continuidad de su actividad; entre las tres recogen casi la mitad de la leche que produce Galicia
A la espera de la reunión que mantendrá el Gobierno el próximo lunes con los transportistas, la primera semana de paros ha provocado un auténtico terremoto, con problemas de abastecimiento para las industrias, desperdicio alimentario y sectores clave en la economía gallega al borde de la parálisis. Grandes empresas como Finsa, Calvo o Hijos de Rivera han detenido la actividad en sus plantas o han estado a punto de hacerlo. La conservera, por ejemplo, parará el lunes.
La huelga, que no solo está teniendo un fuerte impacto por la acción de los piquetes, sino también por coincidir con una crisis energética y de suministros agravada por la guerra en Ucrania, amenaza también a la industria láctea, otro de los sectores clave en la cohesión territorial de Galicia.
Las tres mayores empresas que operan en el sector han reconocido que están al límite, que requiere de un “enorme esfuerzo” mantener la recogida de leche a las granjas y que, al menos en dos casos, no pueden garantizar que continúe. Así se manifestaron Leche Río, el mayor grupo lácteo gallego, y Capsa, el grupo que integra a Central Lechera Asturiana. El líder del sector, Lactalis, explicó que está enfrentándose a una situación “muy grave” en su funcionamiento, especialmente en sus plantas de Galicia, y que pone su empeño en “tratar de restaurar el normal funcionamiento de la cadena”.
Entre las tres compañías recogen en torno al 45% de la leche que se produce en Galicia. Según los datos que recogió la Xunta cuando puso en marcha su estrategia de dinamización del sector lácteo, la cuota de Lactalis alcanzaría el 18%, Capsa superaría el 15% y Leche Río rozaría el 10%. La empresa de Carmen Lence, quien advirtió el pasado jueves que tenían los silos llenos y que debían tomar la decisión de continuar o no con la recogida, incrementó la recogida desde su nombramiento como consejera delegada del grupo, por lo que el porcentaje podría ser superior.
De protesta en protesta
Hay que tener en cuenta que el primer eslabón de la cadena, los productores, llevan tiempo en dificultades debido al incremento de costes de la alimentación animal, los combustibles y la energía, a lo que se suma ahora la escasez de piensos y un encarecimiento aún mayor del resto de elementos. De hecho, el año pasado hubo movilizaciones en toda España reclamando mejoras en el pago de la leche en origen para compensar el aumento de costes. Lactalis y Capsa, los dos mayores grupos que operan en España junto a Danone, fueron las empresas más señaladas por los ganaderos.
Capsa se pronunció de una manera similar a Leche Río el jueves. Explicó que había mantenido la recogida a las granjas pero, al no salir camiones de su planta, su capacidad para almacenar el producto estaba llegando al tope, por lo que pronto tendrían que paralizar la entrada de leche procedente de las explotaciones.
Lactalis, por su parte, asegura que la situación es «inestable» y, «en cuestión de horas, puede cambiar» por lo que se viven «momentos muy difíciles»