Los trabajadores de Barreras se ponen en pie de guerra por su venta a Armón
Medio centenar de empleados se han concentrado frente a la sede del astillero para protestar contra su venta a Armón y acusan al administrador concursal de haber emitido un informe "falseado"
Guerra en Hijos de J. Barreras por la venta a Armón. Medio centenar de trabajadores de la histórica compañía se han concentrado frente a la sede del astillero después de que este martes el Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra autorizase la venta de la unidad productiva de la firma a Armón a cambio de 14,7 millones de euros.
Al grito de Barreras solución y No a los despidos, los empleados de Barreras han cortado la avenida de Beiramar portando una pancarta que rezaba Futuro industrial igual a mantenimiento del empleo, además de varios carteles con críticas a Ritz-Carlton, su actual propietario.
De esta manera, la plantilla de Barreras ha manifestado su rechazo por la venta a Armón, que se quedará con 20 de las 120 personas con las que cuenta actualmente en plantilla. Entre sus reclamaciones, los trabajadores también han solicitado a la Xunta de Galicia su «implicación» para tratar de encontrar una solución a este conflicto.
El comité ve «falseado» el informe del administrador
El presidente del comité de empresa, Sergio Gálvez (UGT), ha insistido en que el sindicato está buscando alternativas para recurrir la decisión, incluso planteándose la opción de una denuncia penal contra Ritz-Carlton. Gálvez ha subrayado que la decisión de la jueza pudo haber estado influenciada por un informe de la administración concursal «totalmente falseado» y con datos «falsos».
En este sentido, ha indicado que en la resolución se recoge que se sacrifica a 100 trabajadores de Barreras para que los acreedores de la compañía (muchos de ellos empresas auxiliares) puedan cobrar sus deudas y así salvar a sus empleados, que ascenderían a unos 6.000.
Sin embargo, desde UGT calculan que el total de trabajadores sería de unos 750, por lo que el impacto no sería para 6.000 personas. Además, indican que la carga de trabajo que ofrece Armón para Barreras ya está adjudicada a otras empresas del grupo y que incluso alguna de estas firmas lleva años en «subactividad».
La magistrada explica en la resolución que, a la hora de tomar la decisión sobre la venta de la unidad productiva, ha tenido en cuenta que «el beneficio de algunos interesados va en perjuicio de otros». Así, advierte que, «si se mantiene la estructura empresarial existente para evitar la pérdida de puestos de trabajo, se está favoreciendo a los trabajadores de la concursada, pero a costa de los acreedores y de los trabajadores de estos acreedores, que también se ven afectados».