Los ruinosos negocios del nuevo presidente de la patronal gallega
La gestoría de José Manuel Díaz Barreiros, flamante presidente de la CEG, gana apenas 4.000 euros al año, y su correduría de seguros está en quiebra técnica
Mucho va a tener que bregar el flamante presidente de la patronal. Tanto en su nuevo cargo como líder de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) como en sus propios negocios, que no son precisamente la mejor carta de presentación de José Manuel Díaz Barreiros para llegar al puesto. A los exiguos beneficios que aporta la gestoría que dirige en Ourense, heredada de su padre, suma la situación de quiebra técnica en la que se encontraba, al cierre de 2019, la correduría de seguros que pilota.
Dos son las empresas que administra el nuevo presidente de los empresarios gallegos: Marcelino Díaz y Barreiros SL y Correduría de Seguros Díaz y Barreiros SL, ambas domiciliadas en Ourense. La gestoría, principal actividad del presidente de la CEG, fue fundada en 1956 por Marcelino Díaz Fernández, su padre. A los mandos acompaña a José Manuel Díaz Barreiros otra directiva: Rosa María García Álvarez. En la correduría de seguros, la que atraviesa mayores dificultades, el socio único es el nuevo presidente de la patronal.
Exiguas ganancias
Si se atiende a sus beneficios, Marcelino Díaz y Barreiros SL no deja de ser una empresa sumida en las estrecheces. A pesar de su cifra de negocio, unos 462.000 euros al cierre de 2019, según las cuentas depositadas en la Registro Mercantil de Ourense, las ganancias netas de la firma que dirige Díaz Barreiros se situaron el año pasado en apenas 4.000 euros. Un año antes, en 2018, Marcelino Díaz y Barreiros SL había facturado 450.000 euros y su resultado positivo se había situado en 2.658 euros, según las mismas cuentas.
La gestoría declara 12 trabajadores, entre fijos y eventuales. Su patrimonio es de 192.000 euros, fruto de los resultados obtenidos en años anteriores. De la modestia de esta empresa dice mucho el salario de su administrador y socio único. De acuerdo con la memoria de la compañía, su retribución para el ejercicio 2020 es de 7.695,24 euros anuales. “Esta remuneración guarda una proporción razonable con la importancia de la sociedad, la situación económica que tiene en este momento, así como los estándares de mercado de empresas comparables”, asegura el administrador.
La aseguradora, en causa de disolución
Más delicada es la situación de la otra empresa de José Manuel Díaz Barreiros. A decir por sus números, Correduría de Seguros Díaz y Barreiros SL es su verdadero quebradero de cabeza. La compañía se encontraba al cierre de 2019 en causa legal de disolución. No es en la cuenta de resultados donde están sus problemas, sino en su balance.
Al cierre de 2019, los ingresos de Correduría de Seguros Díaz y Barreiros SL se situaron en unos 59.000 euros, prácticamente en línea con los del ejercicio anterior. Su resultado fue positivo en 8.800 euros, pero insuficiente para restablecer su maltrecho equilibrio patrimonial.
Patrimonio neto negativo
De acuerdo con las cuentas de la correduría de José Manuel Díaz Barreiros que figuran en el Registro Mercantil de Ourense, la firma tiene un patrimonio neto negativo de 1.500 euros al cierre de 2019, cuando un año antes en esta partida apuntaba en rojo un desfase de 10.500 euros. Los fondos propios son negativos también en esos 1.500 euros fruto de las pérdidas de años anteriores que arrastra, que se elevaban a más de 20.000 euros al cierre del pasado ejercicio.
La Ley de Sociedades de Capital estipula que una sociedad que vea reducido su patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social será objeto de disolución. El capital declarado por la aseguradora es de 9.000 euros, con lo que entra en esta causa.
Al borde del concurso
Contar con fondos propios negativos, como es el caso, es una de las causas de disolución de una sociedad tal y como establece la Ley de Sociedades de Capital en su artículo 363, al indicar que la sociedad deberá disolverse cuando “por pérdidas que dejen reducido el patrimonio neto a una cantidad inferior a la mitad del capital social, a no ser que éste aumente o se reduzca en la medida suficiente, y siempre que no sea procedente solicitar la declaración de concurso”. Las pérdidas, en el caso de la aseguradora del nuevo presidente de la CEG, se han comido sus fondos propios
Díaz Barreiros tenía asignada por esta empresa una asignación para el ejercicio 2020 de otros 7.200 euros, idéntica a la del ejercicio 2019. La firma de seguros señala que este año ha formalizado operaciones de financiación acogidas a la Línea ICO Avales Covid-19.
El decreto del Covid-19
Un real decreto del pasado mes abril, de medidas procesales y organizativas para hacer frente al Covid-19, ha introducido, entre otras, una medida cuyo fin es evitar que las sociedades entren en causa de disolución como consecuencia de las pérdidas que sufran durante el estado de alarma y que, previsiblemente, seguirían cuando empezase la recuperación de la actividad. Sin embargo, la aseguradora de Díaz Barreiros ya estaba en esta causa de disolución al cierre de 2019, antes de la entrada en vigor de este real decreto. Prolonga, por tanto, su agonía.