Los riesgos para R en la opa sobre Euskaltel: «descapitalización», ERE y venta de red
El comité de empresa de R ha emitido un dictamen junto al folleto de MásMóvil en el que critica la falta de garantías de empleo tras la opa y detecta en sus planes una "preferencia" por País Vasco sobre Galicia
Los sindicatos de R recelan de los planes de MásMóvil tras su oferta pública de adquisición (opa) sobre su dueña, Euskaltel. Los representantes de los trabajadores de la operadora gallega (ahora fusionada con la asturiana Telecable) han emitido un dictamen para alertar de los riesgos que, a su juicio, se ciernen sobre el grupo vasco con la toma de control de MásMóvil.
El documento acompaña al informe del consejo de administración a través del cual se notifica la aprobación de esta opa por un precio de 11 euros por acción. En él los sindicatos advierten de la falta de garantías por parte de MásMóvil y que afectarían a tres áreas clave: plantilla, la situación de su red de cable y los planes para el despliegue del 5G.
«Elementos altamente preocupantes»
“El folleto contiene elementos que no podemos calificar sino de altamente preocupantes”, apuntan los representantes de los trabajadores. Según detallan, MásMóvil expresa su intención de mantener tanto la sede social como las marcas (Euskaltel, R, Virgin y Telecable), así como a uno ejecutar un expediente de regulación de empleo (ERE) en los próximos cinco años, pero, sin embargo, no se trataría de un compromiso firme, a juicio de los sindicatos. Y es que posteriormente MásMóvil asegura en su folleto que “espera mantener los puestos de trabajo del grupo Euskaltel”, un mensaje que según el comité “mal se compadece con un firme compromiso».
Además, los sindicatos detectan “una preferencia” sobre País Vasco en detrimento, según sus palabras, de Galicia y el Principado de Asturias. En esta línea, alertan de que el informe parece considerar en algunos puntos a Euskaltel como marca, pero no como grupo, toda vez que MásMóvil expresa posteriormente que “tampoco tiene la intención de ejecutar un expediente regulador de empleo en sus centros de trabajo ubicados en Asturias y Galicia”. “Para esta representación, resulta inadmisible que el compromiso de no ejecución de ERE no incluya a las plantillas de Asturias y Galicia”, denuncian a través de un dictamen firmado en A Coruña.
Los representantes de los trabajadores lamentan que en el folleto de MásMóvil se expresa el “compromiso” de no efectuar ERE como la “confianza” de no hacerlo, una cuestión que levanta suspicacias al entender que el “primero [está] expuesto a las condiciones del mercado y la segunda a la propia voluntad empresarial”. Es por ello que a su juicio, “no resulta impeditivo de poder adoptar cualesquiera otros tipos de medidas, orientadas a la reducción” de una plantilla que al cierre de 2020 conformaban 583 trabajadores (la mitad en R Cable y Telecable).
A vueltas con la venta de la red de Euskaltel
Tras criticar la falta de garantías firmes sobre el mantenimiento de las distintas marcas que operan bajo el abrigo de Euskaltel, el comité de empresa también pone el foco en la gestión de las redes por parte de MásMóvil. «No se concreta si la priorización del despliegue de la red 5G en Euskadi, se va a realizar con personal propio o con personal ajeno. Es evidente que, si se realiza con personal propio, se dota de una mayor actividad y consecuentemente se reforzaría la garantía en el empleo», denuncian. «Partiendo del desconocimiento, de cómo está desplegada o las previsiones de despliegue de la red 5G en Asturias y Galicia, la no mención a estas dos comunidades autónomas, centrando el compromiso únicamente en Euskadi, evidenciaría una
preferencia sobre esta comunidad en detrimento de las otras dos», alertan los sindicatos.
El grupo vasco se encuentra en plena expansión del 5G mientras debate qué hacer con su red. Sobre este punto, MásMóvil ha abogado por que «Euskaltel separe de su red de infraestructura (salvo aquella parte de esta que se solape con la infraestructura (incluyendo derechos de uso) propiedad de la sociedad oferente o las sociedades de su grupo y la transmita a una sociedad de nueva creación«. Desde el comité de empresa aseguran que una hipotética venta supondría la «desmaterialización del grupo» por la pérdida de unos activos que consideran claves. En concreto, este movimiento mermaría, a juicio de los sindicatos, la capacidad de innovar por parte de la empresa, añadiría complejidad a los procesos y podría afectar a los departamentos internos dedicados a la gestión de Red, en torno a los cuales trabajan cerca de 90 trabajadores.
Descapitalización
Otro de los puntos en discordia de los planes de MásMóvil es, según apuntan los sindicatos, es el plan de incentivos que propone la operadora que capitanea Meinrad Spenger. A su juicio, las cantidades a devengar a los [52] beneficiarios carecen de toda lógica, y son éticamente reprochables y, además, contribuyen a provocar una «grave descapitalización» en el grupo vasco.
Los representantes de los trabajadores abogan por dar una vuelta de tuerca a esta hoja de ruta y extender estos planes de incentivos a todos los empleados del grupo, además de blindar los puestos de trabajo directos y dar portazo a externalizaciones o posibles traslados.
Compás de espera por Abanca y Nationale Nederlanden
La opa de MásMóvil a Euskaltel cuenta con el beneplácito de Zegona, Corporación Financiera Alba y Kutxabank, propietarios del 52,3% de sus acciones. De esta forma, la operadora necesita el apoyo de otro 22,7% del capital de Euskaltel para sacar adelante una opa que está condicionada a lograr el apoyo del 75% del accionariado del grupo vasco para poder salir adelante.
Entre los accionistas de referencia que, por el momento, han preferido no posicionarse sobre la opa destacan Nationale-Nederlanden (controla el 6,9% de su capital), así como la propia Abanca (propietaria del 4,5%).