Los problemas en la negociación de Alcoa: crecen las ofertas, pero no hay fecha de venta
El Gobierno confirma que existen más interesados en la planta de San Cibrao, al margen de Liberty, pero abre la puerta a que las negociaciones con Alcoa se demoren más allá del 30 de abril
Las negociaciones entre Alcoa y el Gobierno para la compra de la factoría de aluminio primario de San Cibrao se enredan. Hasta ahora, siempre se había trabajado con la fecha del 30 de abril como límite. Sin embargo, este martes, el secretario general de Industria, Raül Blanco, uno de los cargos del ministerio de Reyes Maroto que está pilotando las negociaciones con la multinacional, abrió la puerta a sobrepasar esa jornada, indicando que no existía “un plazo legal vigente” para la operación. Lo hizo en el marco de una mesa informativa telemática sobre el proceso de venta en la que participaron representantes del Ejecutivo central, de la Xunta de Galicia, sindicatos y comité de empresa. Esa aseveración no ha sido del agrado de los representantes de los trabajadores, que recuerdan que si llegaron a un acuerdo con la empresa para parar las protestas hasta esa fecha fue precisamente en base a los tiempos que manejaba el Ejecutivo.
A este respecto, inciden desde la CIG en que “siendo conscientes de la dificultad de la operación, el Gobierno no puede escapar de dar los pasos necesarios. Ya no se trata de acompañar unas negociaciones como en septiembre entre dos empresas privadas, en este caso Alcoa y GFG, sino de romper el juego de la multinacional americana, que está claro que no va a facilitar la venta”.
Alcoa quiere «inmunidad»
Teniendo en cuenta que el Gobierno abre la puerta ahora a demorar la consecución del acuerdo, ¿cómo se están desarrollando las negociaciones entre Alcoa y SEPI? A raíz de la reunión de esta tarde, la Xunta ha indicado que se constata un estancamiento de las negociaciones, que los representantes del Ejecutivo central habrían vinculado con las dudas que han surgido en los últimos tiempos acerca de la solvencia de GFG Alliance, el conglomerado británico dueño de Liberty, la compañía interesada en la factoría de aluminio primario de A Mariña, que da empleo a más de medio millar de personas de forma directa.
Lo cierto es que, acabada la reunión telemática, que duró poco más de una hora, el secretario general de Industria, en declaraciones a Europa Press, lanzó un mensaje directo a Alcoa. El dirigente criticó que la compañía de Roy Harvey “siga poniendo condiciones a la venta tal y como ha sucedido en otras ocasiones” después de la operación fallida de venta en el año 2020. Según Blanco, Alcoa “solicita inmunidad para negociar cualquier venta de la planta y eso son elementos que las administraciones públicas no pueden admitir”. «Es Alcoa quien tiene que hacer posible la venta de aquí al 30 de abril o en más tiempo si fuera necesario», insistió.
Se confirma: hay más interesados
Otra de las incógnitas sobre la mesa, que podría determinar el cambio de ritmo del Gobierno central, que ahora abre la puerta a extender el periodo de negociaciones, es si existen más interesados que Liberty en la planta de A Mariña, una posibilidad que en días pasados se deslizó desde el propio comité de empresa. Para comprender la dificultad que entrañan las negociaciones hay que tener en cuenta que el Gobierno ideó una venta a tres bandas: primero, a través de la SEPI, se haría con la aluminera de San Cibrao y, luego, se la traspasaría a un comprador solvente que asegurase futuro y producción.
Al término de la reunión, el propio Blanco señaló de forma pública que si bien hasta ahora Liberty House, del magnate Sanjeev Gupta, ha sido el comprador “prioritario”, la situación financiera que atraviesa tras la quiebra de su principal financiador, Greensill, hace necesario apelar “a la prudencia”. El representante del Ministerio de Industria confirmó, no obstante, que ha habido “llamadas de interés, pero todavía nada de contactos firmes”.
En la reunión, el alto cargo del Gobierno tampoco puso sobre la mesa nombres propios, si bien habría indicado que Alcoa estaba remitiendo al Ejecutivo las llamadas de interés que estaba recibiendo entre las que habría desde fondos a grupos del sector.
En este escenario, a poco más de tres semanas del plazo que se dieron Alcoa y el comité de empresa, el Gobierno avanza que «habrá contactos en los próximos días, tanto con la empresa y con los sindicatos y la Xunta».