Los precios del aluminio y de la energía: cara y cruz para los pretendientes de Alcoa

Los seis pretendientes de la planta de Alcoa en Lugo inician las negociaciones con el precio del aluminio en máximos de tres años, pero con las grandes electrointensivas, de nuevo, reclamando más compensaciones por los sobrecostes de CO2

Protesta de trabajadores de Alcoa en San Cibrao. Europa Press

Protesta de trabajadores de Alcoa en San Cibrao. Europa Press

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Los seis pretendientes de la planta de aluminio de Cervo negociarán con Alcoa teniendo en cuenta dos factores contrapuestos. El primero, el precio del aluminio que, recuperado con la reactivación económica y el aumento de la demanda, marca máximos de tres años. El otro, la situación de la industria electrointensiva. Los grandes consumidores eléctricos vuelven a levantar la voz para reclamar al Gobierno más compensaciones. A pesar de la llegada del Estatuto del Consumidor Electrointensivo, puesto en marcha para regular la tarifa eléctrica industrial, la factura energética para la industria electrointensiva se ha duplicado en lo que va de año.

Al margen de estos dos hechos, en la ecuación queda todavía por despejar una incógnita. El papel que jugará la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Esta semana, tras la reunión de la mesa de seguimiento del proceso de venta, Alcoa anunció que ya había iniciado conversaciones con los potenciales compradores y que les ha remitido una hoja de condiciones, un term sheet, que pretende usar “para la venta a la SEPI”. Los americanos han dejado claro que negociarán con los interesados facilitados por el Ministerio de Industria, pero no venderán a nadie que no sea el Gobierno.

Unas afirmaciones que chocan con la postura expresada por el secretario general de Industria, Raül Blanco, quien aseguró que Alcoa estaba “poniendo trampas” para no vender la única factoría de aluminio primario de España y que, en este nuevo escenario de venta, con hasta seis pretendientes, no era necesaria “la triangulación ni la intervención del Gobierno”. El alto cargo insistió en que, en las condiciones actuales, “la venta se puede realizar con total normalidad dentro del marco jurídico y las administraciones, tanto el Gobierno como la Xunta, estarán detrás de esa operación, vigilando que se haga conforme al marco jurídico y dando todas las garantías necesarias”.

Comienzan las negociaciones

De los seis interesados en la planta de aluminio primario de Cervo solo se conoce la identidad de uno: Alvance, la división de aluminio del dueño de Liberty House. Los británicos fueron los primeros en expresar su deseo de comprar la factoría ya el verano pasado, si bien las negociaciones con los de Pittsburgh por ahora, nunca han llegado a buen puerto. Los de Sanjeev Gupta mantendrán una reunión con el comité de empresa de la compañía el próximo día 9 de junio. En los últimos meses, su solvencia fue puesta en duda debido a los problemas que atraviesa su grupo, GFG, derivados de la quiebra de su principal financiador, Greensill. No obstante, la compañía aseguró a Industria que su división de aluminio, Alvance, estaba refinanciada y a salvo de problemas, que afectan mayoritariamente al negocio del acero del grupo.

El resto de candidatos, de momento, sigue siendo una incógnita. Ni sindicatos, ni empresa ni administraciones públicas han hecho manifestaciones al respecto. En el sector se da por hecho que entre los pretendientes se encuentrarían Aludium y Alibérico, dos compañías clientas de Alcoa y radicadas en el país (la ministra Reyes Maroto indicó hace semanas que había «inversores españoles» interesados). Sin embargo, de momento, las conversaciones se están llevando a cabo con la máxima confidencialidad y no hay nombres. Este viernes, el comité de empresa indicó que había mantenido la primera reunión de su ronda de contactos. No revelaron la identidad del interlocutor. Solo que le habían pedido información sobre el plan energético e industrial que pondrían en marcha en Cervo de hacerse con la planta de aluminio. Aseguran que son cuestiones fundamentales, debido al coste de la luz en España y la necesidad de garantizar la viabilidad futura de la fábrica.

De la luz al CO2

Lo cierto es que, este mismo viernes, la industria electrointensiva agrupada en AEGE, patronal de la que forma parte Alcoa, Megasa y Celsa, entre otras, ha reclamado al Gobierno que eleve las ayudas para compensar los sobrecostes por CO2 hasta los 220 millones de euros, frente los 79 millones propuestos por el Ejecutivo. Aseguran que es una cifra muy alejada de la de países como Francia (350 millones) o Alemania (878 millones).

La UE permite a los estados miembros destinar hasta el 25% de los ingresos obtenidos en las subastas de CO2 a compensar determinadas industrias que corren riesgo de deslocalización debido a los costes relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero repercutidos en los precios de la electricidad.

AEGE asegura que, según cálculos estimativos, el precio eléctrico final para la industria electrointensiva será este año de 77 euros megavatio hora, más del doble, indican, que en Francia, lo que supondrá que tengan que pagar por la luz “1.000 millones más que sus empresas competidoras”.

Según los últimos datos publicados por la patronal el precio final de la electricidad para la industria electrointensiva española cerró el mes de mayo en ese precio, 77 euros el megavatio hora.

El futuro del aluminio

Pero, aún con la factura eléctrica, la planta acapara el interés de distintos compradores en un momento en el que las expectativas del aluminio son muchas. En la actualidad, el precio de venta al contado ronda los 2.400 dólares la tonelada según el London Metal Exchange (LME). No alcanzaba valores semejantes desde abril de 2018, según los registros de la bolsa de metales.

La fuerte recuperación del precio del aluminio tras la pandemia se nota en la cotización de las grandes compañías del sector. De hecho, la acción de Alcoa se intercambia en estos momentos en la bolsa de Nueva York a 38,84 dólares. En lo que va de año llegó a sobrepasar los 40. Desde enero, el valor del título ha escalado un 67%.

Los analistas creen que un mercado reactivado demandará más aluminio en los próximos años (especialmente el aluminio verde en tiempos de descarbonización) y que el precio podría mantenerse incluso a pesar de los intentos de China de rebajarlo.

Escalada en bolsa

Precisamente, la recuperación del precio del aluminio fue uno de los factores que más influyó en los buenos resultados que, a nivel consolidado, Alcoa presentó en su primer trimestre fiscal. La corporación cerró su arranque de año con un beneficio de 146 millones de euros, un 119% más, sus resultados trimestrales más altos desde 2018. No obstante, al menos el pasado mes de abril, la compañía preveía que San Cibrao volviese a acabar el año en rojo.

Con estos datos sobre la mesa, los pretendientes de la última factoría de aluminio primario en activo en España negocian su futuro.

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