Los master low cost engordan el negocio gracias a los falsos becarios
Las empresas que exigen a sus becarios continuar cualquier estudio para renovar sus contratos cobran 300 euros por manuales que se venden por Wallapop a 30
Los master low cost se han convertido en el gran negocio de la precariedad laboral. Las empresas que exigen a sus becarios continuar cualquier tipo de estudios para renovar sus contratos han incentivado el crecimiento de cursos y master baratos por internet, cuya única finalidad es dar legalidad a la eternización del becario.
El contenido de los cursos importa poco o nada, según confiesan los falsos becarios contratados en multinacionales en España. Lo realmente útil es el certificado de las empresas de dudosa reputación académica que emiten la constancia de estudios. Con ese documento, las empresas pueden seguir extendiendo los contratos de los becarios de forma indefinida y sin necesidad de contratarlos como trabajadores.
Euroinnova es una de las empresas que más ha aprovechado el nuevo negocio de la precariedad. La compañía, propiedad de Francisco y Jesús Moreno Hidalgo, no tiene gran experiencia en el mundo universitario ni de la formación, pero cuenta con centenares de cursos en línea para la formación profesional.
De las cirugías a los cursos baratos
Euroinnova fue accionista de referencia de Corporación Dermoestética, donde perdió gran parte de su inversión en el negocio de las cirugías, los implantes de pecho y las inyecciones de botox. En el mundo de los retoques, donde las apariencias son importantes, Euroinnova quiere mostrarse como una empresa de formación continua que ofrece estudios útiles y formación de calidad.
Pero sus precios y sus contenidos le delatan. Un curso de auxiliar de veterinaria cuesta 300 euros. Es, fundamentalmente a distancia, pero incluye unos manuales de formación. Pero los mismos libros se venden en Wallapop por apenas 29 euros. Se trata de nociones básicas pero la calidad del contenido no es lo que buscan los alumnos.
«Es una copia de manuales que consigues por internet. Los cursos son de muy mala calidad, pero a nadie le importa porque la gente sólo se inscribe para que la empresa le renueve el contrato como becarios», explica Alexandra (nombre ficticio), becaria en una multinacional francesa de distribución. «Eso sí: los masters ya rozan el fraude», añade.
Euroinnova ha facturado en 2015 casi seis millones de euros con estos cursos de bajo coste. Ha sido la mayor facturación en los últimos años, a pesar de que el endeudamiento de la compañía, afectada por la quiebra de Dermoestética, sigue lastrando los resultados negativos.
«Hice mi beca y, tras un año, sólo me dieron al opción de seguir haciendo un curso online, cualquiera, para seguir con mi contrato como becario. Hago el mismo trabajo que cualquier ejecutivo de cuenta pero la empresa dice que no puede aumentar el gasto laboral», explica Antonio (nombre ficticio), trabajador de una multinacional tecnológica con beneficios.