Los fabricantes de bienes de equipo cruzan los dedos ante la crisis de Volkswagen
Los proveedores de componentes del automóvil verían afectado su volumen de negocio si el grupo alemán reduce inversiones y pedidos
Llegaban los empresarios españoles de bienes de equipo a su anual cita con la Asamblea General con unos números, los de 2014 y los primeros conocidos de 2015, que dejaban entrever el inicio de una tenue recuperación tras los duros años de la crisis, pero la vorágine surgida en torno a los más de 10 millones de motores diésel trucados por Volkswagen dejaba en el aire serias dudas sobre lo que pueda pasar con las numerosas empresas españolas dependientes del sector del automóvil.
El asunto tiene su aquél. En 2014, los componentes del automóvil fueron uno de los dos productos más exportados, junto a vehículos y motos, y su aportación a los 35.600 millones de euros de factura en el exterior de bienes de equipo fue relevante.
Buena cara ante la que está cayendo
Ante la que está cayendo, Francisco Pardo, presidente de Sercobe, la Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo, intentaba poner buena cara ante el desconocimiento del alcance que finalmente pueda tener la crisis de Volkswagen. «Hay que superar cuanto antes esta situación delicada para recuperar la confianza», comentaba Pardo.
Una declaración de compromiso para salir al paso, sin saber en qué medida los miles de millones de euros en indemnizaciones a los que tendrá que hacer frente la multinacional alemana pueden hacer variar la previsión de fabricación de vehículos en los próximos años, y con ella también la parte que le toca a las empresas españolas de bienes de equipo ligadas al sector del automóvil. «Espero que no se resienta la facturación de los proveedores a esta multinacional», confiaba el presidente de Sercobe.
Atisbos de recuperación
Con todo, y al margen del bombazo que está suponiendo la crisis de Volkswagen, los bienes de equipo españoles no solo dependen del automóvil. Y las cifras que se barajan es que, por fin, después de superar los años más duros de la crisis, se atisba que la recuperación está más cerca.
Algo que se demuestra con un ejercicio, el 2014, en el que por primera vez, tras cinco años de caída del empleo, con un retroceso del 11%, se han creado puestos de trabajo. De manera muy modesta, del 0,3%, pero suficiente para cambiar la tendencia.
La creación de empleo es un síntoma que invita al optimismo. Otro, el incremento de los productos de reposición que se utilizan para generar otros bienes, sobre todo maquinaria y herramientas. Al respecto, el presidente de Sercobe aseguraba que «las empresas están abordando renovaciones de procesos productivos por las expectativas de negocio futuro».
Consumo, importaciones y exportaciones
En su balance anual, Sercobe destacaba el notable aumento del consumo aparente, de casi el 6% en 2014, rompiendo con la atonía que se venía dando desde 2009. En cuanto a la importación, vio aumentada su facturación en un 5,8%, superando los 38.000 millones de euros, que supone el 14% del total de importaciones españoles, solo por detrás de los productos energéticos.
Por su parte, las exportaciones sufrieron un pequeño descenso del 1,2%, hasta 35.600 euros, atribuido a la finalización de contratos de gran dimensión. «Fue una anécdota. Estamos atisbando recuperación en 2015 gracias al ajuste de paridad euro/dólar y a la mejora de acceso a la financiación por las medidas del BCE», señalaba Pardo.