Los expertos critican a las escuelas de negocio por vender MBA inútiles

Los empresarios cuestionan los costes de los cursos que los forma como gestores pero no como creadores de nuevos negocios

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“Has tirado 100.000 dólares en una puta educación que te habría costado un par de dólares por los retrasos en la biblioteca pública”. Will Hunting, el genio que optó por trabajar como conserje, recriminaba a los estudiantes de Harvard el gasto destinado a formación en los cursos MBA en la película Good Will Hunting, estrenada en 1997. Diecisiete años después, la crítica traspasa la ficción y se hace extensiva a los cursos de las escuelas de negocio que ofrecen programas educativos que alcanzan los 60.000 euros anuales para aprender a gestionar una empresa.

Elena Gómez del Pozuelo ha ayudado a fundar 11 empresas, entre ellas Womenalia y Bebé de París. Considera que las escuelas de negocios y los MBA enseñan a gestionar, tal como su título indica, empresas. Pero no ofrecen suficientes herramientas para los emprendedores que quieren crear nuevos modelos de negocio y, adicionalmente, mantienen una barrera de precio imposible de superar para la mayoría de aspirantes. “Son extremadamente caros. Con 50.000 euros tengo la capacidad de montar una empresa y crear puestos de trabajo”, explica la empresaria.

Regreso al pasado

El empresario estadounidense Seth Godin, considerado el creador del márketing viral, aseguró que los MBA «son cursos en los que aprendes a gestionar una empresa de los noventa durante dos años mientras el resto sigue trabajando y se entrena en las nuevas realidades del mercado». Su colega el mediático escritor Josh Kaufman, autor del best-seller The Personal MBA, considera que este tipo de formación es una inversión que no logra un retorno, una mala elección para quienes quieren tener éxito financiero y empresaria.

Un MBA full time en IESE cuesta unos 70.000 euros, y en Esade y en el Instituto de Empresa el coste alcanza los 60.000 euros. Las escuelas de negocios orientan a sus alumnos internacionales: tendrán que gastar unos 1.700 euros mensuales si deciden vivir solos durante su estancia en España, lo que elevaría el gasto total hasta, al menos, los 80.000 euros, es decir, los 100.000 dólares que gastaban en Harvard los colegas de Will Hunting.

Jaume Gurt, director general de Infojobs, hizo tres cursos de formación en escuelas de negocios (Esade, Iese e Instituto de Empresa) y asegura que, aunque adquirió conocimientos técnicos importantes, ninguno de ellos les ofreció las herramientas básicas que él esperaba para llevar la gestión de una empresa. “No me enseñaron a conocerme a mí mismo, a mis capacidades y limitaciones. Son cosas que tienes que aprender en otros lugares y por tu cuenta”, explica el director del primer portal de empleo de España.

La defensa

Los MBA suelen ser un buen complemento a una formación universitaria incompleta, según entienden los estudiantes y emprendedores, pero ¿valen el dinero que las escuelas de negocio exigen por ellos?. “La mejor clase a la que he ido a mi vida es la de una profesora del Instituto de Empresa, Merche Costa, sobre técnicas de negociación”, explica Juan Carlos Fernández, fundador de Acuérdalo.com, una web en la que el comprador pone precio a los productos. “Aunque es cierto que no pagaría un MBA. Si eres astuto, puedes aprender todo eso por tu cuenta, con tu propio negocio”, añade.

Las escuelas de negocio, ubicadas en las mejores posiciones de los ránkings internacionales, defienden su papel clave para introducir a los estudiantes en el mundo laboral, especialmente en banca y empresas de servicios financieros. “Es cierto que también hay paro en el sector de los ejecutivos, pero el 95% de nuestros estudiantes consigue trabajo, aunque muchos de ellos, fuera de España”, explica Pedro Gato, director de Programas de IESE Madrid. “Nosotros también guiamos a los exalumnos a través de sesiones de coaching a lo largo de toda su vida”, argumenta María Osman, directora de los programas Part Time del Instituto de Empresa (IE).

Entre las grandes escuelas, Esade reconoce que hay mucho margen para la mejora en este tipo de programas educativos. “Hay una brecha entre lo que se ofrece y la realidad del mercado porque hay empresas que hacen 25 entrevistas y no logran dar con el candidato”, explica, en tono autocrítico Enrique Verdeguer, director de Esade Madrid.

Pero las escuelas de negocio aseguran que detrás del pago de las elevadas tarifas, el alumno también recibe un valor muchas veces no calculado: las relaciones personales y los contactos que gana con profesores y el resto de estudiantes. De ello hay experiencias comprobables. Y para muestra, el caso Iñaki Urdangarín, exalumno de Esade. Su profesor Diego Torres, lo ayudó en el montaje de la trama que hoy es objeto de investigación judicial. Un contacto que le cambió la vida.

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