Los dueños de Povisa piden 8 millones en créditos ICO mientras compran hospitales en Galicia
El hospital vigués valora pedir más tiempo para devolver los préstamos y evitar problemas de liquidez tras registrar 3,7 millones en pérdidas; cifra en 18 millones los impagos de la Xunta y negociará una compensación por su disponibilidad durante la pandemia
Hospital Povisa, el mayor centro sanitario privado de Galicia y uno de los mayores del Estado, ha recurrido a las ayudas del ICO para obtener liquidez durante la pandemia. El hospital del grupo Ribera Salud, que lo adquirió en 2019 tras pagar 22 millones al empresario José Silveira Cañizares, solicitó dos préstamos de 3 y 5 millones el pasado ejercicio, acogiéndose a los avales activados por el ICO para contrarrestar el parón económico provocado por el Covid-19.
La inyección de liquidez llegó en un momento en el que el centro vigués avanzaba hacia otro ejercicio de números rojos y Ribera Salud continuaba con su expansión por Galicia. Además de Povisa, el grupo de origen valenciano, aunque controlado por la norteamericana Centene, se hizo con el Polusa de Lugo y el Juan Cardona de Ferrol, así como con las clínicas Santo Domingo. En dos años tomó el control del 40% de las camas de la sanidad privada gallega.
Povisa plantea ampliar el plazo para devolver el dinero
La aparente contradicción entre recurrir a las ayudas ICO mientras compras hospitales, no lo es tanto si uno mira los números de Povisa. El hospital acabó el pasado ejercicio con números rojos de 3,7 millones (3,1 en pérdidas el año anterior), a pesar de que sus ingresos solo disminuyeron un 6%, dato muy inferior al resto de centros privados, con caídas de actividad de hasta el 85% en algunos meses. Povisa facturó 98 millones, frente a los 103,8 millones de 2019. En ambos cursos, el 76% del negocio procedía del concierto con el Sergas.
El resultado de explotación presentó números rojos de 4,5 millones, el doble que un año antes, y el patrimonio neto disminuyó en casi 4 millones debido a las pérdidas recurrentes que sufre el hospital. De hecho, en el informe de gestión depositado en el Registro Mercantil, Povisa manifiesta que está valorando solicitar ampliar el periodo de carencia del crédito y así reducir el pago de 3,4 millones correspondientes a los vencimientos de 2022.
Pérdidas, como antes del Covid
Aunque la pandemia desfondó a prácticamente toda la sanidad privada, que tuvo que mantener los costes de estructura para servir de apoyo a la pública mientras suspendía la actividad y la generación de ingresos, hay que tener en cuenta que Povisa arrastra problemas desde hace años. El anterior dueño, el grupo Nosa Terra 21 de José Silveira, incluso llevó al hospital al preconcurso y negoció una modificación urgente del concierto con el Sergas antes de la venta. El nuevo acuerdo elevó en cerca de 4 millones el coste del concierto para la Xunta al incorporar determinados medicamentos que estaba sufragando Povisa.
La estrecha relación con la sanidad pública protegió mejor al centro vigués de la pandemia que a sus compañeros del sector, pues tiene garantizados los ingresos por cápita, el pago que hace la Xunta por la población derivada del Sergas que tiene como centro de referencia a Povisa. Aún así, los números rojos continuaron.
En declaraciones a este medio, la consejera delegada de Ribera Salud, Elisa Tarazona, señaló que esperaban poder equilibrar las cuentas a partir de este mismo año: “Estamos acostumbrados a trabajar con administraciones públicas de diferentes Comunidades Autónomas de España y de diferentes países, y una de nuestras características es la capacidad de adaptación a diferentes entornos y a la visión local. Nuestro objetivo para 2021 es que Povisa alcance el punto de equilibrio”.
El plan para salir del túnel y el dinero de la Xunta
Ribera Salud tiene créditos ICO y también un plan. El grupo quiere ampliar la cartera de servicios de Povisa para elevar los ingresos de la parte no concertada, impulsando proyectos de sanidad dental y dermoestética. También pretende reforzar la parte pública mediante la absorción de pacientes en lista de espera del Hospital Álvaro Cunqueiro.
El otro elemento clave para el hospital vigués son los pagos que le adeuda la Xunta y que cifra en 18 millones, entre los que estaría la medicación de hemoderivados y medicación de alto impacto. Povisa se propone negociar con el Sergas el pago de estas cantidades y, de paso, “la reclamación de cantidades adicionales con el fin de recuperar el perjuicio generado por la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 que el hospital ha sufrido”, dice en su memoria de ejercicio.