Los dos caminos de Greenalia para crecer: saltar al continuo o un socio financiero

La compañía afronta una opa de exclusión por parte de sus dos máximos accionistas y dice que mantiene vigente su plan de saltar al continuo pese a las dudas que genera en el mercado por su elevado endeudamiento

Manuel García Pardo

Manuel García Pardo en la salida a bolsa de Greenalia / Greenalia

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Nueva etapa en Greenalia. La compañía coruñesa anunció este lunes por la noche el plan de sus dos principales accionistas (su CEO, Manuel García Pardo, y su presidente, José María Castellano) para comprar el casi 14% del capital de la firma que todavía no controlan.

Esta opa de exclusión dejará al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) sin su tercera mayor empresa por capitalización (excluyendo a las socimis), al contar con un valor en bolsa que roza los 360 millones de euros. Además, el movimiento obligará a los dos empresarios a desembolsar unos 54 millones de euros para abordar una oferta de compra que se sitúa en los 17,5 euros por acción.

La operación se produce en un año 2022 que llegó a estar marcado en rojo en el calendario de la compañía como fecha para su ascenso bursátil. Y es que Greenalia había pronosticado que sería en 2022 cuando se consumaría su salto al Mercado Continuo, un calendario que ahora se ve alterado.

«A día de hoy operamos como si estuviésemos en el mercado continuo, aunque nos estamos preparando a nivel societario, con ayuda de Lazard, por si identificamos una ventana en un momento dado y dar el salto. Preferimos que se produzca cuando tengamos un ebitda importante de proyectos en funcionamiento y en construcción«, aseguró Manuel García Pardo el pasado mes de noviembre en una entrevista.

Situación en bolsa poco propicia para el salto al continuo

Desde entonces las tensiones en la bolsa por la guerra en Ucrania y la inflación han azotado a la bolsa. Esta situación adversa del mercado ha llevado a que Greenalia deje en stand by sus planes de saltar al mercado continuo, si bien fuentes de la compañía que este desembarco en la primera división bursátil sigue siendo un «objetivo».

Ante esta situación, fuentes del sector consultadas por Economía Digital Galicia vislumbran la posibilidad de que, tras esta opa de exclusión, Greenalia dé la entrada a un socio que refuerce su músculo financiero para abordar los distintos proyectos que tiene en cartera.

En total son casi 4.620 los megavatios que la compañía tiene en su pipeline. De ellos, casi la mitad (2.159 megavatios) se corresponden a proyectos de eólica terrestre, una cantidad que supera ligeramente a los 1.888 megavatios que promueve en fotovoltaica. Eólica marina (250 megavatios), almacenamiento (170 megavatios) y biomasa (150) completan su catálogo.

De estos 4.620 megavatios, solo 125 se encuentran actualmente en operación. Se trata de sus cinco parques eólicos de 75 megavatios de potencia en Galicia y su planta de biomasa de 50 megavatios en Teixeiro (Curtis). Del resto de proyectos, otros 974 megavatios se encuentran en fase de construcción, con su parque solar en Texas (Estados Unidos) como punta de lanza.

Proyectos con elevada inversión inicial

La compañía afronta esta avalancha de megavatios ya fuera de números rojos (ganó 12 millones de euros en 2021), pero con vencimientos de deuda con los bancos por valor de 101 millones de euros a corto plazo, según se refleja en su memoria anual.

La fuerte inversión inicial requerida para la tipología de proyectos de la compañía provoca que, además de estos 101 millones de euros, Greenalia afronte otros 41 millones en vencimientos este año por derivados, así como otros 94,2 millones a largo plazo con las entidades bancarias.

Esta necesidad de recurrir a instrumentos financieros para el desarrollo de proyectos ha llevado a que la compañía haya cerrado el ejercicio 2021 con un fondo de maniobra negativo por importe de 68,1 millones de euros. Esta situación se debe a la «resolución del contrato EPC [llave en mano] de la planta de biomasa de Curtis-Teixeiro, que ha provocado que se incurra en uno de los supuestos de resolución de acuerdo a los contratos de financiación de dicho activo». «En caso de no haberse producido este hecho» -prosigue la compañía en su informe de gestión- «el fondo de maniobra sería positivo en 42,7 millones de euros», aseguran desde Greenalia, empresa que despidió 2021 con un ebitda (beneficio bruto de explotación) de 38,7 millones de euros y una deuda neta de 258 millones.

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