Los Albertos convencen a «media España» de invertir en su banco africano
Alberto Cortina utiliza sus mejores contactos para impulsar el Banco de Dakar, entre ellos al exministro francés Bernard Kouchner y hasta al entorno del presidente de Senegal
Alberto Cortina no escatima esfuerzos para que su último proyecto empresarial, el Banco de Dakar, se convierta en una de sus mejores jugadas. El viejo amigo del rey Juan Carlos está convencido de que una modesta inversión alcanzará elevadísimas cuotas de rentabilidad y por ello ha logrado reunir a 14 sociedades en un conglomerado empresarial (BDK Financial Group) que aglutina el 78% de las acciones de la entidad.
Banco de Senegal ha iniciado operaciones con el visto bueno del presidente Macky Sall, que en diciembre pasado visitó al rey Felipe VI para conversar, entre otros asuntos, sobre las inversiones de españoles en su país. Y, precisamente el proyecto empresarial que lidera Cortina cuenta con el apoyo de un importante grupo de empresarios españoles. «En el negocio está metida media España», explica, en sentido metafórico, uno de los inversores participantes.
Blas Herrero, propietario de Kiss FM, y César Álvarez, hermano del fallecido Isidoro Álvarez que capitaneó hasta su muerte a El Corte Inglés, son dos de los inversionistas. Cortina también ha logrado el apoyo financiero del empresario venezolano Alejandro Betancourt, que ha ganado 12 de los 14 concursos para levantar plantas eléctricas en Venezuela en los últimos años. Casi ninguno de los inversores tiene sólidos conocimientos del negocio financiero pero confían en los grandes fichajes de Cortina.
Oro, zinc, diamantes y petróleo
El conocimiento de ese continente ha sido clave para ganar la confianza de sus inversiones. Cortina aterrizó en Senegal con una empresa multinacional minera: SP Mining, con sede en Singapur, y especializada en búsqueda de oro, zinc y diamantes. Ha ganado importantes concesiones como la de 1.300.000 kilómetros cuadrados en Chad. También es socio de Star Petroleum, con sede en Luxemburgo y con dos concesiones petroleras en Chad del Sur.
La empresa que congrega a todos los inversores del banco, BDK Financial Group, tiene sede en Luxemburgo, así que el negocio parece bien montado: se conquista de un mercado emergente con el aval de los gobiernos africanos y se resguardan los beneficios en un paraíso fiscal.
El fichaje y las conexiones
Cortina ha fichado al exministro socialista francés Bernard Kouchner, cofundador de Médicos sin Fronteras. Kouchner y con una trayectoria de ayuda humanitaria en África. La figura de Kouchner parece causar admiración no sólo en Cortina sino también en su esposa, la periodista Elena Cué, que tuvo el privilegio de entrevistarlo mientras volaban en un jet privado sobre África. «El futuro de África se enfrenta a una gran transformación, un gran cambio, un gran salto en el siglo XXI», dijo a Kouchner a Cué en la entrevista publicada en ABC y en The Huffington Post. Pero ni la entrevistadora ni el entrevistado mencionaron el nuevo negocio financiero en el que participa y que pretende expandirse en breve a ocho países de la región.
En un país donde buena parte del tejido empresarial todavía trabaja fuera del sistema financiero, las posibilidades de crecimiento son enormes. Pero para garantizar la estabilidad en el negocio, Cortina llegó a Senegal tocando la puerta de Aliou Sall, hermano del presidente.
La prensa senegalesa insinuó que el hermano del presidente estaba metido en el negocio y hasta el propio director del banco, el portugués Vasco Duarte-Silva, se vio en la obligación de limpiar el nombre de la familia presidencial. «No es accionista ni tiene participación. Sólo que cuando llegamos a Senegal, contactamos con el asistente del señor Sall a través de un amigo en común para que nos abriera puertas», ha explicado el director del banco.
El socio local
Pero además de Duarte-Silva, el portugués que ocupó los cargos de Global Head of Corporate and Investment Bank y Global Head of Equities en el Banco Santander, también necesitaban un socio que conociera el mercado local. Y lo consiguieron. Se trata del empresario burkinés Idrissa Nassa, que dirige Coris Bank, con el 20% de participaciones.
El empresario, que cosechó fortuna con la venta de repuestos y la importación de arroz y azúcar en su país, cuenta con cuatro filiales en Burkina Faso, Costa de Marfil, Mali y Togo. Nassa también ha tenido que pasar por el trago amargo de desmentir a la prensa africana que su fortuna ha sido ganada gracias a los favores del gobierno de su país. «Es falso. Todos los que me conocen saben que mi éxito es fruto de mi trabajo diario», explicó a Africa24.
En apenas siete años ha cosechado una fortuna de 762 millones de euros, según explica la revista Jeune Afrique. Nassa quiere expandir su emporio financiero a todo el continente, pero por ahora se concentrará en África Occidental donde está abocado a sus negocios con los socios españoles. Allí, los inversores, «la media España» espera que sus contactos rindan frutos para que el dinero regrese rápido, seguro y multiplicado a Luxemburgo.