Liberty ensaya en Australia su plan verde para salvar Alcoa
GFG Alliance, que tiene seis semanas para llegar a un acuerdo por San Cibrao, tiene en marcha un proyecto en Australia basado en el hidrógeno verde
Aunque los trabajadores de Alcoa en San Cibrao no bajan la guardia, lo cierto es que este jueves recibieron toda una inyección de oxígeno. El grupo americano acabó por plegarse a la propuesta hecha por Gobierno central y Xunta de Galicia y aceptó ampliar el periodo de negociaciones del ERE en marcha hasta el próximo 28 de septiembre. En ese tiempo, la compañía negociará con Liberty House, la filial del gigante GFG Alliance que está dispuesta a comprar la planta de aluminio primario de Cervo. En ese periodo de tiempo no habrá ni despidos ni hibernación de la planta, es decir, no se pararán las cubas de electrolisis, uno de los principales escollos hasta el momento en las negociaciones entre comité y empresa.
Para los sindicatos, aunque impulsado por la administración autonómica y central, este acuerdo se debe, en gran medida, «a la lucha de los trabajadores«. Opina Paulo Carril, del sindicato CIG, que, pase lo que pase en este tiempo de negociación, lo que parece inviable ya es pensar que el ERE por el que 534 trabajadores podrían quedar en la calle (1.000 si se tienen en cuenta puestos indirectos aparejados) puede salir adelante. «Lo que ha quedado evidenciado es que todos los argumentos que la empresa exponía para activar este ajuste de empleo han caído», explica. Sobre si la oferta de Liberty saldrá o no adelante, por ahora, nadie se atreve a pronunciase. Eso sí, justo este jueves, mientras Alcoa hacía pública, no sólo en España, sino en sus propia web internacional, que abría un proceso de negociación con Liberty, el grupo del multimillonario Sanjeev Gupta cerraba la compra de otra planta –en este caso vinculada a la producción de acero– en Australia.
Un plan basado en el hidrógeno verde
Sus recientes incursiones en ese continente dan una muestra aproximada de cómo se puede desenvolver el plan que pretende poner en marcha en España para salvar Alcoa y que pasa, a medio-largo plazo, por construir una planta de hidrógeno verde para autoabastecer de energía a Alcoa (mientras ese proyecto no se aborda apuesta por una planta de cogeneración que ayude a rebajar la factura eléctrica). La planta de hidrógeno ‘verde’, por su propia naturaleza, necesita de una fuente de energía renovable para funcionar, motivo por el que la compañía llegó a hablar a los sindicatos en la presentación de su proyecto de la posibilidad de ubicar la factoría de hidrógeno cerca de un parque solar fotovoltaico que funcione de suministrador y que sirva para generar la electricidad que se consume en el proceso de electrolisis.
A pesar de que el plan energético que Liberty presentó en Galicia a Xunta y sindicatos es relativamente novedoso en España, ya lo está implantando en otras partes del mundo, siendo un ejemplo claro Australia.
Liberty sale de compras
En Australia, este mismo jueves, GFG Alliance manifestó que había llegado a un acuerdo vinculante de compraventa con la minera South32 para hacerse con la fundición Tasmanian Electro Metallurgical Company (Temco), que funciona con energía hidroeléctrica. En un comunicado, la compañía indica que este activo pasará a fomar parte de la cartera de negocio de Liberty en el sector del acero. También explica que mantendrá los 250 puestos de trabajo actuales. Temco se dedica a la producción de ferromanganeso de alto carbono y manganeso, empleados en la producción de acero.
Gupta explica que, con este activo, que se aprovecha de la energía renovable de Tasmania, la compañía da un paso más en su objetivo de ser «neutrales en cuanto al carbono para 2030«. Un objetivo ‘verde’ que está implementando en todos los países en asienta su negocio metalúrgico o de aluminio y que, por lo que ha trasladado, también parece estar dispuesto a acometer en España si se hace con Alcoa.
Pero, en el continente austral, además de haberse hecho con esta planta que funciona con energía hidroeléctrica, los medios locales recogen la intención del millonario de origen indio de acometer una gigantesca cartera de energía renovable que sirva para abastecer su planta metalúrgica en Whyalla (Australia del Sur). Gupta habría indicado su pretensión de desarrollar hasta 3.000 megavatios de energías renovables, al margen de una ‘granja solar’ de 280 MW que también proyecta en Australia del Sur.
Toda esta capacidad serviría para abastecer una planta de hidrógeno verde que, a su vez, dará servicio a la acería de Whyalla, donde tiene en marcha un ambiocioso proyecto de transformación verde. A grandes rasgos, un plan similar al presentado para solucionar la gran factura energética de Alcoa. «Todos nuestros proyectos energéticos son parte de una transformación industrial hacia la neutralidad de carbono», insistió, en declaraciones a The Australian.
Proyecto de planta solar de Liberty en Australia