Liberbank da largas a la fusión con Unicaja tras rechazar a Abanca

Manuel Menéndez, hombre clave en Liberbank, gana tiempo ante las presiones del regulador para que Liberbank se integre en otro grupo

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

El primer objetivo es seguir en solitario. Cosa bien distinta es que lo consiga. La hoja de ruta diseñada por Liberbank es en exclusiva la que firma su principal ejecutivo, Manuel Menéndez, que basa su estrategia en ganar tiempo ante las presiones de los reguladores para que se integre en otro grupo financiero con el fin de ganar tamaño en un entorno prolongado de tipos bajos. Tras romper la oferta de Abanca, que pasaba por lanzar una opa como último recurso al acuerdo amistoso inicialmente planteado por el banco de Juan Carlos Escotet, las calabazas son ahora para Unicaja, el otro pretendiente.

De acuerdo con fuentes de las negociaciones, Manuel Menéndez maneja los tiempos con la consigna de que un día más en solitario es un día ganado. Sin embargo, la operación fallida de Abanca ha dejado tocada la credibilidad de los propios gestores de Liberbank, tanto ante el mercado como ante el Banco de España, que observa con lupa todos sus movimientos.

Abanca: acercamiento amistoso

De acuerdo con medios asturianos, Abanca negoció durante dos meses con los accionistas de Liberbank, y Menéndez se encontraba entre ellos. El banco de Escotet perseguía un acuerdo amistoso, y era la segunda vez que lo intentaba. La retirada llegó cuando la CNMV no dejó otra opción a Abanca que lanzar una opa, a todas luces hostil a la vista de la nula receptividad oficial mostrada por el equipo de Menéndez cuando se desveló la operación.

El viernes, 22 de febrero, al tiempo que Abanca admitía los contactos, desde Liberbank advertían que «no está en conversaciones para llevar a cabo ninguna operación estratégica distinta de la comunicada» en diciembre, la integración en Unicaja, en la que «continúa trabajando».

Unicaja: «carácter preliminar»

Tan pocas parecen ser las ganas que empujan a Menéndez que, a finales del año pasado, cuando se destapó la operación con Unicaja, desde el grupo asturiano simplemente se limitaron a confirmar, oficialmente, que «en el marco del estudio habitual de posibles operaciones estratégicas, existen contactos con Unicaja, con conocimiento del consejo de administración, para analizar eventuales oportunidades entre ambas entidades».

«Dado su carácter preliminar, no se ha sometido ninguna propuesta concreta a los órganos de gobierno de Liberbank», decía el banco de Menéndez el pasado 12 de diciembre, sin que hasta el momento se hayan producido avances concretos, solo retrasos. En ese momento, Liberbank ni siquiera había otorgado mandato de búsqueda para una posible alianza.

Las rupturas de Liberbank

La historia reciente de Liberbank es la de desencuentros con sus novias. Y han sido muchos. Una clara demostración del escaso interés que subyace en la entidad por las uniones. Al igual que con Abanca, Liberbank y Unicaja ya protagonizaron en el pasado aproximaciones, que no llegaron a prosperar.

Tanto Liberbank como Unicaja, por separado, fueron protagonistas a su vez en los últimos años de varias fusiones o intentos de integración con otros grupos que o no cuajaron o que, incluso, fueron deshechos tras haberse firmado acuerdos iniciales. Por ejemplo, Liberbank deshizo sus fusiones planteadas con la CAM, primero, y con Ibercaja después, cuando ya había sido apalabradas y pactadas. Unicaja, por tanto, tendrá que esperar.

Retrasos en el calendario previsto

La integración de Unicaja y Liberbank ya ha cerrado algunos hitos sin cumplir. Para finales del pasado mes de enero estaba previsto el cierre y entrega de la auditoría de compra (due diligence) por parte de los bancos contratados por ambas entidades. El plazo no se ha cumplido.

La fórmula jurídica planteada para la operación será la fusión por absorción de Liberbank por parte de Unicaja, con un canje que se establece en un 60% de Unicaja y el 40% de Liberbank. El grupo controlado desde Asturias acaba de vender su sede de Madrid por algo más de 45 millones de euros. ¿Estaba Unicaja al tanto?

Avatar

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp