Leyma entra en campaña por el rural en el contexto del Día de Galicia: si las vacas votasen, tendríamos mucho “ganado”
La marca del grupo Lence pone en valor la importancia del sector ganadero para la economía, la lucha contra el despoblamiento rural y para garantizar la soberanía alimentaria
Los acontecimientos internacionales vividos en los últimos años, como la pandemia o la guerra de Ucrania, han evidenciado, una vez más, la importancia del mundo rural y del sector ganadero para la economía y la sociedad, así como la necesidad de reducir la dependencia con otros países. Por este motivo, y con las elecciones generales y el Día de Galicia de fondo, Leyma lanza una campaña para reivindicar el valor, no solo del rural, sino también de las vacas para la actividad económica, cultural y social de la comunidad.
La marca del grupo Lence, que compra y transforma toda su producción en Galicia, hace un juego de palabras en la campaña para recordar que, si estos animales votasen, tendríamos mucho “ganado”. No hay que perder de vista que la comunidad tiene unos 120 concellos con más vacas censadas que personas.
Entre las acciones que componen la campaña se incluye una pegada simbólica de carteles en las principales ciudades de Galicia, que se ha realizado coincidiendo con el periodo electoral, además de publicidad en diferentes plataformas y medios de comunicación con motivo de una fecha tan señalada para los gallegos como es la festividad de Santiago Apóstol.
Compromiso con el mundo rural
El grupo Lence siempre ha mostrado su compromiso por impulsar y dar la importancia que merece a un mundo rural que se enfrenta al desafío del envejecimiento y la despoblación. El relevo generacional es otro de los grandes retos a los que tiene que hacer frente ya que la media de edad en el campo es de 56 años y hay mucha gente está a menos de diez años de jubilarse.
Desde el mayor grupo lácteo gallego también inciden en la importancia del rural en el bienestar social y en la sostenibilidad económica. Se trata de un entorno que a día de hoy representa el 85% del territorio de España y que está ocupado solo por el 17% de la población del país. Estas cifras evidencian la importancia de un sector económico que produce los alimentos que requiere la población.
El papel de Leyma
Un ejemplo del compromiso del grupo con el rural lo encontramos en Leyma, presente desde 1962 en los hogares gallegos con su apuesta por la calidad y el origen. La firma apuesta 100% por las granjas lácteas, comprando y transformando toda su leche en la comunidad como parte de su filosofía de devolverle a la tierra parte de lo que recibe de ella.
La marca del grupo Lence tiene un importante peso en el mercado. El año pasado cerró el ejercicio con una cuota de mercado en Galicia del 10,6%, alzándose con el título de marca de leche gallega más vendida y la única que ha crecido tanto en volumen como en cuota en territorio gallego en un ejercicio marcado por los efectos del conflicto bélico en Ucrania.
Una de las claves del éxito de Leyma radica en la calidad. Para ello, la compañía realiza unos 2.500 análisis mensuales recogiendo muestras en cada explotación que posteriormente son analizadas en el Laboratorio Interprofesional Galego de Análise de Leite. Todas las granjas proveedoras tienen la certificación Welfair de Bienestar Animal, que emite Aenor. Por su parte, la leche Leyma cuenta con la certificación de Galicia Calidade y el sello Galega 100%.
Leyma es una de las marcas gallegas más emblemáticas cuya actividad supone un gran impulso para el sector ganadero de la comunidad, entre otras cosas, por garantizar contratos estables a precios justos a los productores que trabajan para mantener el campo vivo.
Una vez más, y aprovechando el Día de Galicia, la marca del grupo Lence pone el foco en el rural gallego y, sobre todo, en las vacas, las grandes protagonistas que representan el primer eslabón dentro de la cadena productiva de la marca, una fuente de ingresos imprescindible para la comunidad, además de una pieza fundamental para luchar contra el despoblamiento rural y para garantizar la soberanía alimentaria.