Leche Río entra en pérdidas y pide 8 millones en créditos ICO

Leche Río es el mayor grupo lácteo gallego y la empresa de referencia de la familia Lence, con intereses también en el sector de los carburantes o la hostelería. La compañía, que comercializa las marcas Río o Leyma, cerró su último ejercicio con 1,5 millones en pérdidas, rebajando sustancialmente los números rojos de 13 millones registrados el año anterior. Sin embargo, el resultado de explotación ha pasado a cifras negativas de 1,9 millones, frente a los beneficios de casi un millón de euros del curso anterior. Es decir, el negocio de la transformación y venta de productos lácteos entró en pérdidas en este ejercicio, lo que la compañía achaca al descenso de facturación provocado por el Covid-19.

Un año antes, las abultadas pérdidas del fabricante estuvieron provocadas por el deterioro de instrumentos financieros, aunque la actividad había arrojado un resultado positivo. En concreto, fue el deterioro de la participación en DIA, con un impacto de 17 millones, lo que empujó al grupo hacia las pérdidas.

En el pasado ejercicio, sin embargo, una caída del 2,05% de la facturación sacó de rentabilidad a la láctea, que acabó con una cifra de negocio de 139,3 millones. “La causa principal de tal situación ha sido la pandemia que ha afectado a los mercados nacionales e internacionales y que ha provocado un descenso acusado de la actividad”, explica Río en su informe de gestión. A pesar de ello, la empresa mantuvo los gastos de personal en los 4,7 millones, un ligero aumento; y el gasto en aprovisionamientos, que se elevó hasta los 115,8 millones (casi tres millones más).

Sostener estas magnitudes no es lo más favorable a la rentabilidad en un contexto de contracción de las ventas, pero es muy importante tanto para la plantilla como para las granjas que trabajan con la firma de la familia Lence, unas 435 explotaciones.

Créditos ICO y «fortaleza» patrimonial

Leche Río destaca “la fortaleza económico-patrimonial” que muestra su balance, con un patrimonio neto de 46,3 millones, un fondo de maniobra positivo de casi 20 millones y 11 millones en caja a cierre de ejercicio.

La liquidez de la empresa estuvo apuntalada por dos préstamos avalados hasta en un 70% por el ICO y concedidos durante el pasado ejercicio, en medio de la crisis sanitaria. El primer por una cuantía de 7 millones y el segundo de un millón de euros, aunque ambos con un vencimiento a cinco años.

Los pagos más relevantes que afronta el grupo son este año, con vencimientos de 2,8 millones, pasando a 1,6 millones en los tres años siguientes y cayendo por debajo del millón de euros en 2025.

Con fábricas en A Coruña y en Lugo, la empresa que dirige Carmen Lence prevé mantener el ritmo de inversiones en las fábricas, a las que destinará en torno a 3 millones este año para maquinaria y nuevos productos, después de los 2 millones invertidos en 2020. Aunque la situación provocada por la pandemia frenó los planes de expansión y crecimiento del grupo, Río fue capaz de llegar a dos nuevos mercados, China y Guinea Ecuatorial, de manera que tiene presencia en siete países.