Leche de Coca-Cola y zumos de Pepsi: la crisis del refresco obliga a cambiar de negocio
Las dos grandes marcas mutan para vender productos como leche con proteínas o agua de coco con el fin de compensar las caídas sostenidas. Coca-Cola y Pepsi pierden ventas en casi todo el mundo mientras ganan terreno otras bebidas más saludables como las aguas con sabores
Lo nunca visto: Coca-Cola ahora vende leche y Pepsi se quiere expandir en el negocio del agua de coco. Pero el nuevo producto de Coca-Cola no es una leche convencional porque la multinacional de los refrescos asegura ahora que los productos saludables son una prioridad absoluta. Fairlife, la nueva leche de Coca-Cola no contiene lactosa, tiene 50% más de proteínas y calcio y tiene la mitad de azúcar que el resto de productos similares. Por ello, el consumidor paga el doble.
La leche no vendrá a España por ahora, aseguran los representantes de la multinacional en Madrid. Es un producto que se está comenzando a probar en Estados Unidos, donde el consumo de los refrescos no deja de caer, año tras año, desde 2004. Los consumidores, más concienciados por los problemas de salud que ocasiona el consumo intensivo de las colas y los refrescos, migran hacia productos más saludables: aguas con sabores, tés, maltas o aguas minerales sin ningún añadido.
Ya nadie cuestiona la tendencia. Ni quisiera la propia compañía ha anunciado esta semana su intención de potenciar el resto de bebidas de su portafolio, consciente de que su futuro ya no depende de la Coca-Cola sino de una gran variedad de productos como los zumos Minute Maid, los tés Nestea o las aguas Aquabona.
El consumidor pide menos azúcar
Pero, sobre todo, la compañía quiere borrar la imagen de bebida calórica, azucarada y perjudicial para la salud que ha quedado grabada en el subconsciente del consumidor. En España, la Coca-Cola light ya representa el 30% de las ventas.
El año pasado, la multinacional lanzó un producto con un edulcorante sin calorías. La nueva Coca-Cola Life, que se probó en Argentina, usa un edulcorante basado en stevia como sustituto del azúcar, aunque los consumidores que la han probado no suelen tener una buena opinión sobre el sabor. «Está demostrado que el sabor dulce es adictivo y genera dependencia. Éste es el motivo por el cual las bebidas de este tipo no pueden renunciar a su alto sabor azucarado», ha explicado a este medio Eduardo Rodríguez Farré, investigador del CSIC y asesor de la Agencia de Seguridad Alimentaria de Europa, EFSA.
Pepsi también ha reconocido que la nueva carrera en el negocio pasa por encontrar ingredientes y productos más naturales. Por eso intenta extender marcas de bebidas más naturales como los zumos Naked o el agua de coco ONE, un tipo de bebida más de mil millones de dólares en ventas anuales.
El agua sube
Frente al declive del refresco tradicional, el agua gana posiciones. No se trata de una tendencia internacional, sino también española, donde el consumo de agua embotellada creció el año pasado el 4%, según explica la secretaria general de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebida Envasadas, Irene Zafra. Las embotelladoras de aguas están sacando gran provecho de la nueva ola saludable.
El negocio del agua embotellada está adquiriendo una importancia estratégica para Danone, que ha potenciado el lanzamiento de bebidas de agua con sabores. «Es una línea de negocio que ha crecido el 50% el año pasado. Hay margen para un crecimiento elevado porque en España se bebe menos agua en los países europeos del entorno», explica Cédric Pantaleon, director comercial de Aguas Font Vella y Lanjarón.
La compañía espera potenciar sus productos de aguas para niños con botellas llamativas y confía en que la caída del refresco y las colas continúe impulsando su crecimiento.