Las viviendas turísticas superan las 14.000 y van camino de cuadruplicar el alquiler convencional
El fin de la mayoría de las restricciones por el Covid y el temor a la nueva ley de vivienda provocan un repunte en los pisos turísticos, que suman 2.000 unidades en solo cinco meses
La perspectiva de un encarecimiento del alquiler no solo está relacionada con la inflación. Tiene causas estructurales que la nueva ley de vivienda, al menos antes de su entrada en vigor, parece estar agravando. Una de ellas es la contracción de la oferta, ya lastrada por la falta de obra nueva, debido a la derivación de viviendas hacia el alquiler vacacional, que tensiona el mercado en ciudades como Vigo, A Coruña o Santiago.
En Galicia hay algo más de 14.100 pisos turísticos, según los registros de la Xunta. Supone un incremento significativo respecto a finales del pasado verano, cuando se contabilizaban 12.000. El repunte eleva la distancia entre la oferta de arrendamiento vacacional y el alquiler convencional. Según los últimos datos ofrecidos por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), había en la comunidad 4.200 viviendas en el circuito de comercialización del alquiler. Por tanto, los pisos turísticos triplican esta cifra y van camino de cuadruplicarla.
La seguridad jurídica condiciona a los propietarios
Seguramente la perspectiva de un final de la pandemia más próximo ha contribuido a aumentar el número de viviendas turísticas, pero no es la única causa. Según apunta la patronal, las dudas respecto al impacto de la nueva ley de vivienda, cuyo anteproyecto se aprobó en febrero, también han empujado a los propietarios hacia el alquiler de temporada y al alquiler vacacional en busca de alta rentabilidad.
“Hay propietarios que sopesan pasarse al alquiler de temporada porque es un segmento no se contempla en el anteproyecto de la Ley de Vivienda que, presumiblemente, aprobará este martes día 18 el Consejo de Ministros. El alquiler temporal está sujeto a la Ley de Arrendamientos dentro de una categoría distinta del de vivienda, ya que suele utilizarse, no para satisfacer las necesidades permanentes del arrendatario, sino para cubrir las necesidades de movilidad laboral o de estudiantes”, explica Benito Iglesias, presidente de Fegein.
La seguridad jurídica o la rentabilidad no es cuestión baladí, recuerdan en la patronal, en un momento de temor a una posible limitación de precios o subidas de impuestos a los propietarios.
La rentabilidad del alquiler turístico
En mayo del año pasado, Fegein emitió un informe que incorporaba la rentabilidad de los pisos turísticos. En A Coruña se situaba en el 7,6%, dos puntos por encima de la rentabilidad del alquiler tradicional. En Vigo estaba en el 8%, tres puntos por encima. Y en Santiago alcanzaba el 7,3%, también dos puntos por encima del arrendamiento convencional.