Las ‘razones personales’ de Belén Romana para renunciar a 25.000 euros al mes en Sareb
Su futuro pasa por aceptar un cargo bien remunerado en alguna institución privada extranjera o retornar a la función pública como economista del Estado
Lo primero que muchos han pensado tras la sorprendente dimisión de Belén Romana como presidenta de la Sareb dos años después de acceder al cargo, es que esas «razones personales» que, oficialmente han servido para argumentar su renuncia, van a tardar muy poco en conocerse.
En forma de otro destino igual o mejor remunerado que en el banco malo, que evidentemente no parece pasar por recuperar su puesto de funcionaria como economista del Estado. Además, no cuenta con limitación alguna. Solo la que impone el veto de no negociar con Sareb, desde su nuevo cargo, en un plazo de seis meses, hasta julio de 2015.
Menos presión
Un puesto en el que cobraría seguramente más de esos 650.000 euros –unos 25.000 al mes– que se ha embolsado en sus dos años y dos meses al frente del banco malo. Pero en el que se quitará de encima la presión que ha soportado en poner en marcha la mastodóntica sociedad, creada casi de un día para otro, a finales de 2012, con los activos –inmuebles y créditos– procedentes de las entidades financieras que habían sido rescatadas o habían recibido ayudas públicas.
Tras destacar los 15 consejeros –los representantes de los bancos accionistas y los independientes jubilados– su «decisión, entrega, visión y liderazgo», abandona Romana el banco malo semanas antes de que la sociedad haga públicas las cuentas del ejercicio 2014, que ya tendrán que ser firmadas por su sucesor, Jaime Echegoyen.
Adelanto resultados de 2014
Esas que la propia Sareb ya ha adelantado a grandes rasgos, y que pasarían por la generación de unos ingresos de más de 5.000 millones de euros gracias a la venta de unos 14.000 inmuebles y el traspaso de carteras crediticias.
Volumen de negocio que habría permitido amortizar algo más de 3.500 millones de euros de deuda que, sumados a los 2.000 millones de 2013, dejaría pendiente de devolver unos 45.000 millones de deuda avalada por el Estado.
Frentes abiertos
Antes de cerrar esas cuentas, Sareb tiene pendientes de resolver varios frentes –todos ellos negativos para el balance final– como pueden ser el devenir de algunas grandes inmobiliarias, como Martinsa-Fadesa o Reyal Urbis, donde el banco malo se juega cientos de millones de euros, o las provisiones por los créditos participativos que mantiene en varias compañías.
Y, sobre todo, esa circular que el Banco de España tiene pendiente de publicar sobre la nueva valoración de activos de la sociedad ahora presidida por Jaime Echegoyen.
De la mano de De Guindos
A punto de cumplir 50 años, Romana lleva toda su carrera profesional estrechamente ligada a la del ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. Como él había hecho unos años antes, en 1994 ganó por oposición una plaza en el Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, los conocidos ‘tecos’.
A partir de ahí, en 2000, inició su ascenso en la función pública, relevando precisamente a De Guindos en la Dirección General de Política Económica, cuando el hoy ministro fue nombrado secretario general de Política Económica y Defensa de la Competencia. En 2003, ya con De Guindos al frente de la Secretaría de Estado de Economía en el último Ejecutivo presidido por José María Aznar, Romana cambió una dirección general por otra, la de Política Económica por la del Tesoro y Política Financiera.
Al llegar Zapatero, a la privada
En 2004, tras la victoria electoral de los socialistas, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente del Ejecutivo, Belén Romana y De Guindos –como otros muchos funcionarios posicionados políticamente– se buscaron la vida en la esfera privada.
Así, mientras el actual ministro de Economía ejercía –primero de asesor y luego responsable de su filial en Europa– del banco Lehman Brothers, hasta la quiebra de esta entidad, y después en la consultora Pricewaterhouse, Romana pasaba por el Círculo de Empresarios, entre 2005 y 2008, por la empresa de telefonía Ono entre 2008 y 2010 y de nuevo en el Círculo de Empresarios, ya como directora general, hasta su nombramiento como presidenta de Sareb en noviembre de 2012.
Candidata para todo en 2012
Fue el banco malo donde finalmente recaló, pero podía haber acabado en otros cargos relevantes. Desde que Luis de Guindos fuera nombrado de ministro de Economía, en diciembre de 2011, el nombre de Belén Romana se barajó para presidir el nuevo fondo de rescate europeo (Mecanismo Europeo de Estabilidad, el Mede), la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y hasta el mismísimo Banco de España.
Demasiadas interrelaciones profesionales entre ambos funcionarios del Estado en excedencia, que está por ver cómo prosiguen en los próximos meses ya con Luis de Guindos fuera del Ejecutivo, una vez descontado que no seguiría caso de que el PP mantuviera el Gobierno tras las elecciones generales de finales de 2015.