Las auxiliares de Barreras cargan contra García Costas
La plataforma de empresas acreedoras exige a los accionistas “que no bloqueen una solución por intereses particulares”
La plataforma de empresas auxiliares acreedoras de Hijos de J. Barreras, que integra a 32 firmas a las que se deben más de 20 millones de euros, ha reclamado este jueves «responsabilidad» a los accionistas del astillero para que no bloqueen una solución a la crisis de la empresa «por intereses particulares». Sin pronunciar nombres, los representantes de las auxiliares han hecho alusión a las condiciones puestas tanto por José García Costas como por la propia Pemex para proceder a la venta de la ataranza.
Así lo ha trasladado en rueda de prensa el secretario general de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime), Enrique Mallón, quien ha advertido de que la venta del astillero debe resolverse en cuestión de días para despejar el futuro de los proyectos en marcha y garantizar que se terminan los barcos contratados.
Deudas superiores a los 2 millones de euros
Según ha subrayado, la industria auxiliar gallega tiene «capacidad técnica suficiente y más que contrastada» para «sacar adelante» no solo el cruceros iniciado para Ritz Carlton, sino también los proyectos de Havila y Armas. «Pero el tiempo y la paciencia se agotan, y las auxiliares están afrontando costes que ponen en juego su supervivencia, y la de gran parte del sector», ha advertido, y ha apuntado que hay empresas acreedoras a las que Barreras debe más de un millón de euros (algunas con deudas superiores a los 2 millones).
Por eso, Mallón ha hecho un llamamiento a la «responsabilidad» de los actuales accionistas del astillero y ha lamentado que las negociaciones con los posibles compradores (el fondo Oaktree, principal inversor de Ritz Carlton) estén «enrocadas» por «intereses particulares». «No podemos permitir que por las garantías de unos u otros pague el pato la industria auxiliar de manera dramática», ha incidido.
Asumir errores
Tal y como ha subrayado el portavoz de Asime, «si alguien comete un error en la gestión, lo normal es que la venta (de sus acciones) sea por un valor simbólico» y «no es normal que todo un sector se vaya al traste porque un accionista quiere salir mejor parado». Además, ha añadido, en la actual situación «las acciones de Barreras valen lo que valen», y ha apuntado que «quienes dirigieron el astillero como lo hicieron, lo mínimo que deben hacer ahora es seguir garantizando la construcción de los barcos», manifestó en clara alusión al hasta ahora presidente, José García Costas.
Cambio de dueños
Con respecto a las negociaciones para la venta de las acciones de Barreras (actualmente el accionistas mayoritario es PMI, filial de la petrolera mexicana PEMEX, con un 51 %; mientras que las empresas de García Costas y el grupo Albacora se reparten a partes iguales el otro 49 % de los títulos), Enrique Mallón ha señalado: «Que el astillero cambie de manos no es dramático, lo dramático es perder empleos y prestigio».
Según Mallón, a los proveedores «no les preocupa de dónde es el dueño de Barreras», sino que «esté bien gestionado» y que puedan llevar a cabo sus proyectos y cobrar, y ha cifrado en un millar los empleos que están «en riesgo» por la crisis del astillero.
Preconcurso
Por otra parte, el letrado asesor de la plataforma de auxiliares, Alberto Rocha, se ha referido a la situación preconcursal de Barreras, y ha apuntado a que, en este período de negociaciones, «no será viable una solución que no sea acabar los barcos en Vigo«.
«Si alguien cree que puede dejar caer el astillero y llevarse el barco (el crucero de Ritz Carlton, que está en fase avanzada de construcción) a precio de ganga, está muy equivocado. Eso no va a ser tan fácil», ha advertido, y ha apostado por medidas que eviten «que se malogren los activos» de la empresa.
A su juicio, la situación de Barreras «no tiene por qué acabar en liquidación«, pero «hay que actuar de forma diligente», y ha señalado que la exigencia de responsabilidades se vería en caso de que se llegue a concurso y se abra una pieza de calificación. Mientras, ha puntualizado, los acreedores que así lo consideren, pueden presentar una demanda por su cuenta, aunque ninguna de las auxiliares de la plataforma ha trasladado esa intención.
Sin cuentas presentadas
En todo caso, Alberto Rocha ha reconocido que las empresas acreedoras desconocen las cuentas de Hijos de J. Barreras de 2018, que no han sido registradas. «No sabemos si han sido aprobadas, si hay alguna objección en los informes de auditoría. Es inquietante no tener esa información», ha admitido.
Con respecto a una posible quita de las deudas, Enrique Mallón ha precisado que los accionistas no han informado a las auxiliares de nada al respecto, aunque ha advertido de que las afectadas no aceptarán esas rebajas. «El sector no puede afrontar quitas periódicamente. Esta vez no, no se va a aceptar ninguna quita», ha sentenciado.