Lactalis y Lactogal abren una guerra por los productores gallegos de leche ecológica
El grupo francés, al que abastecían la mayoría de estas granjas, ve como sus proveedores se empiezan a pasar al 'enemigo' portugués
Galicia tiene potencial para producir leche de manera ecológica, pero en la actualidad solo cuenta con 34 granjas certificadas y, hasta ahora, una única industria transformadora que la produzca: la francesa Lactalis, con marcas como Puleva, President, Ramm o La Lechera. Pero el panorama ya ha empezado a cambiar.
Lactogal, propietaria de la firma Leche Celta, ha desenterrado el hacha de guerra y está dispuesta a plantarle cara al líder en Galicia por volumen de leche recogida y envasada en un terreno que domina casi en exclusiva, como es el de la producción ecológica.
Según fuentes del sector, la compañía portuguesa está ofreciendo hasta 40 céntimos por litro (30 de base y 18 por el hecho de ser ecológica), al tiempo que aboca a otras explotaciones a contratos que no superan los 20 céntimos por litro bajo amenaza de no recoger.
No cubre la demanda
Lactogal trata así de sumar proveedores, a costa de arrebatárselos a su rival, para poner en marcha una nueva línea de producto, aunque desde la compañía ni confirman ni desmienten esta hipótesis. Y es que la escasez de este tipo de leche en Galicia hace que su valor aumente.
Como explica Xabier Gómez Santiso, del Sindicato Labrego Galego, «producir en ecológico es lo más rentable a día de hoy en el sector lácteo, a pesar de las limitaciones». La oferta no da para cubrir la demanda, incluso Lactalis, apunta, trae a diario 60 toneladas de leche ecológica de Francia para elaborar sus productos.
A pesar de lo ventajoso del precio, reconoce que muchos ganaderos «tienen miedo» al cambio, ya que cambiar de un modelo a otro no es ni sencillo, ni rápido, con lo que una variación de los precios por el reequilibrio de la oferta y la demanda puede dejar en nada lo que ahora puede ser un tentador beneficio.
Lo ecológico no es caro
No obstante, también cree que es un problema de mentalidad. «Las vacas paciendo ahorran mucho dinero, pero aquí preferimos tener la ración hecha en lugar de estar pendiente de los pastos». «Producir en ecológico no es caro, incluso puede ser más barato. La cuestión es que hay que saber hacerlo».
El presidente del Consello Regulador de la Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega), José Antonio Fernández, incide en esta misma idea. Para obtener la certificación, las granjas «deben contar con un máximo de dos vacas por hectárea y los animales tienen que estar libres, con camas cómodas y acceso al pasto». Luego está el uso de químicos, «nada de comprar los nitratos famosos y herbicidas».
El cambio en la gestión de la tierra es quizá el único inconveniente, ya que los primeros años cae ligeramente la producción pero, como comenta Férnández, «Lactalis lo compensaba con unos cuantos céntimos más» en el precio que pagaba al productor que iniciaba las gestiones para empezar a producir en ecológico.
En pleno crecimiento
La leche y los derivados ecológicos representaron en 2014 el 30,5% del total de la facturación del Craega, con 9,5 millones de euros. En 2015 se han inscrito 5 explotaciones, lo que eleva a 34 las granjas certificadas. A día de hoy existen otras 10 explotaciones pendientes de inscripción: 3 se incorporarán previsiblemente a la producción este año y 5 más a lo largo de 2017, con lo que estas cifras podrían aumentar.