Lactalis retira su leche infantil del mercado tras contagiar a un bebé en España
Macron fuerza la retirada de todos los productos fabricados en la planta de Craon tras detectar un caso de salmonela en España y otro posible en Grecia
Uno de los mayores actores del sector lácteo en España, la multinacional francesa Lactalis, retirará todos sus productos de leche infantil procedentes de su planta en Craon, donde opera con la marca Celia. La compañía, empujada por el Gobierno de Macron, lleva desde el mes de diciembre retirando lotes tras detectar varios casos de bebés afectados por salmonela tras consumir sus productos. Dos nuevos casos, uno en España y otro posible en Grecia, han hecho saltar todas las alarmas.
En una reunión entre el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, y el consejero delegado de la multinacional, Emmanuel Besnier, decidieron la retirada global de todo lo que se haya producido en Craon, sin reparar en las fechas como hasta ahora. Son miles y miles de toneladas, que se suman a las más de 7.000 ya retiradas del mercado.
El Gobierno francés pide a Lactalis que actúe con «más transparencia»
«Lactalis recuperará todos los productos de leche infantil fabricados en Craon, independientemente de su fecha de fabricación, en todos los lugares de venta, en particular, el mercado de masas y las farmacias”, aseguró Le Maire, que pidió a la compañía, titular de marcas como Puleva, El Ventero, President o Gran Capitán, “más transparencia”. “Creo que la transparencia es una garantía para los consumidores”, concluyó en declaraciones recogidas por Le Monde.
Confirmado el primer caso español
Hasta ahora había 36 casos de contagio por salmonela en niños que habían consumido productos de Lactalis. El nuevo caso del bebé español está “confirmado”, según aseguraron fuentes del Instituto Pasteur de París a France Press, mientras que en Grecia “hay indicios” de un nuevo afectado, pero está pendiente de confirmar.
La crisis de la leche infantil está golpeando duramente a la imagen de la multinacional, ahora criticada con dureza en Francia por actuar con opacidad, reproche al que se ha sumado el propio Gobierno de Macron.