La Xunta tiene la llave para la refundación de Filmax
Los dueños de la compañía reordenan el grupo con la absorción de cuatro filiales y negociarán por el 12% que controla el Gobierno gallego
Filmax, la productora propiedad de los empresarios gallegos Carlos y Julio Rodríguez, está inmersa en un proceso de refundación que emprendió hace dos años, tras la salida del concurso de acreedores. Su idea es absorber a sus filiales y simplificar su estructura con el fin de ahorrar costes y ganar en eficiencia, pero la Xunta entorpece este proceso.
En su edición del jueves, el El Boletín Oficial del Registro Mercantil recoge el acuerdo de fusión alcanzado el pasado 29 de junio por el que cuatro Filmax Entertainment, S.A.U. absorbe cuatro nuevas filiales (Filmax Animation, S.L.U., Donkey Xote, S.A.U., Elephant Channel, S.L.U. y Castelao Productions, S.A.U.). Lo novedoso en este caso, explica Carlos Rodríguez, uno de los administradores, es que, en vez de mantener a Filmax Entertaiment como cabecera del holding, «la hacemos desaparecer y es Castelao Productions la que se queda con el activo y hace de cabecera bajo su nombre».
Filmax como marca
A pesar del cambio de denominación de la sociedad matriz, Filmax seguirá siendo la marca comercial, señala Rodríguez, que resta importancia al movimiento definiéndolo como un proceso «natural» de cara a reducir al máximo el número de sociedades que gestionan. «Me encantaría, en vez de veite, acabar teniendo dos sociedades», reconoce el empresario.
En ese «lento» proceso también surgen escollos. A la productora les ha salido en Galicia, ya que una de las empresas pendientes de ser absorbidas es Bren Entertaiment, en la que la Xunta tiene un 12% de participación a través de Xesgalicia. «Apenas tiene actividad», reconoce Rodríguez, quien señala que tendrán que estudiar la fórmula para poder seguir adelante con la reestructuración, para lo que será necesario sentarse a negociar con el Gobierno autonómico.
Concurso de acreedores
Filmax, que levantó la suspensión de pagos en abril de 2012, aprovechó el período de intervención judicial para modificar su estructura y centrarse más en la producción audiovisual, alejándose de la distribución. La firma presentó concurso con deudas de 150 millones de euros y lo superó el concurso tras conseguir que nuevo bancos se adhiriesen al convenio presentado por la compañía y sus filiales.