La Xunta niega un supuesto trato de favor a Inleit
El director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, también ha defendido las inversiones por valor de 140 millones de euros de Inleit desde el año 2016
Planta de Inleit en Curtis / Inleit
El director xeral de Gandaría, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, José Balseiros, mueve ficha tras las acusaciones del BNG sobre la posición de la Xunta frente a Inleit. El responsable del Ejecutivo gallego ha asegurado que Inleit, industria láctea situada en Curtis (A Coruña), «no recibe absolutamente ningún trato de favor de la Xunta».
Balseiros ha hecho esta declaración durante la celebración de la Comisión de Agricultura en el Parlamento de Galicia, después de que el diputado Xosé Luís Rivas, Mini (BNG), haya acusado a la Consellería do Medio Rural de hacer una modificación ad hoc para Inleit de una orden de ayudas de transformación de la que se eliminó el requisito de no estar sancionada para cobrar subvenciones, ya que sostiene que es la «industria preferida» de la Xunta.
El diputado nacionalista ha reconocido la «labor necesaria» de Inleit para la transformación de productos, pero ha denunciado sus «prácticas mafiosas». A su juicio, «le ponen la pistola en el pecho al productor» para la recogida de su producción y además ha censurado que la Xunta cambiase «vergonzosamente» la orden de ayudas para favorecer a Inleit al conocer que había sido sancionada por la AICA en el primer trimestre.
Sobre este punto, Balseiros ha recordado que esta misma semana el conselleiro de Medio Rural, José González, ya contestó en el Pleno del Parlamento a una cuestión sobre este tema, en una intervención en la que defendió que las industrias lácteas con sanciones puedan recibir ayudas, puesto que «es muy sencillo tener sanción por infracción grave».
Así, el director xeral ha relatado que desde su puesta en marcha en 2016 la Xunta apoyó a Inleit con un total de 6,8 millones de euros a través de tres órdenes de ayudas. Destaca que es una industria que invirtió 140 millones para su instalación y que la Xunta «solo subvencionó una pequeña parte», por lo que se pregunta «si eso es dar trato de favor a una industria».
Además, Balseiros defiende la modificación de la orden de ayudas por la «falta de la proporcionalidad en la medida», dado que expone que el 47% de las inspecciones realizadas por la AICA terminan en sanción.
