La Xunta destaca el potencial de la mina de coltán en Viana do Bolo
La autorización a Strategic Minerals de la extracción de material durante 30 años implica la creación de 75 empleos directos y una inversión de 40 millones de euros
El Gobierno autonómico ha ensalzado las oportunidades que ofrece el proyecto de la mina de coltán en el municipio de Viana do Bolo (Ourense), promovido por Strategic Minerals y que recibió luz verde de la Administración autonómica a comienzos del mes de junio. En un comunicado difundido este sábado, desde el Ejecutivo regional remarcan el «impacto positivo» de un proyecto que, «implica la creación de 75 empleos directos y una inversión de 40 millones de euros».
También destaca el «proyecto de sostenibilidad energética» de la explotación que pretende «conseguir el 100% del autoconsumo energético a través de la generación de electricidad gracias al empleo de fuentes renovables, como es el caso de la fotovoltaica».
Así, la Xunta destaca la minería como un «sector estratégico» para Galicia, que aporta en torno al 8% de la producción minera de todo el Estado.
Autorización por 30 años
El vicepresidente primero, Francisco Conde, ha mantenido esta semana una reunión con los directivos de la compañía, de capital mixto español-estadounidesne y a la que la Xunta ha concedido autorización para explotar la sección C de la mina por un período de 30 años.
Esta explotación minera está dedicada a la extracción de tantalio y niobio, minerales que sumados dan como resultado el coltán, una de las materias primas más empleadas en la producción de componentes electrónicos. De hecho, Mina Penouta está considerada la única mina de coltán de toda Europa.
Allí está instalada desde 2018 la compañía Strategic Minerals Spain, que apostó en aquel año por recuperar una planta que se encontraba abandonada desde 1985, después de haber estado al cargo de las empresas del grupo Rumasa durante varias décadas.
La compañía llegó en inicios del 2018 tras haber realizado sondeos previos desde el 2011 y se dedicó a la extracción del tantalio y niobio, los dos metales que componen el coltán y que hasta el momento extraían de la denominada sección B.
Ahora suman una nueva zona de explotación en la que se encontraba situada la antigua mina, una explotación a cielo abierto con una extensión de 150 hectáreas donde los trabajos tendrán una duración de 30 años -prorrogables hasta un máximo de 75 años- a completar en seis fases de cinco años cada una.
El informe técnico favorable del Servizo de Enerxía e Minas recoge que las reservas calculadas son de más de 100 millones de toneladas de mineral susceptibles de ser explotadas. La explotación durante 30 años prevé la extracción de 50 millones de toneladas de mineral.