La vieja Pescanova pone a Fernández de Sousa en el centro de la diana
Pescanova reivindica, en la primera jornada de juicio, que ni ella ni sus accionistas se beneficiaron de las actuaciones de los directivos acusados
Comienza en la Audiencia Nacional el juicio por la quiebra de la antigua Pescanova. Una investigación que pone en el centro de la diana a la antigua directiva de la pesquera y, especialmente, a quien fue su presidente, Manuel Fernández de Sousa. La antigua compañía pesquera ha emitido esta mañana un comunicado en la que se desmarca de toda la actuación llevada a la cabo por sus cargos directivos. Asegura que ni ella ni sus accionistas se beneficiaron de las actuaciones de los directivos acusados (que, presuntamente, maquillaron las cuentas para dar a la cotizada una imagen de salud financiera).
“A lo largo del procedimiento, sostendremos y acreditaremos, como hemos hecho desde 2013, que Pescanova y sus más de 9.000 accionistas no solo no se beneficiaron de las actuaciones de los administradores y directivos acusados, sino que, en realidad, fueron los principales perjudicados”, indica la entidad en un comunicado. La denominada vieja Pescanova es, en la actualidad, una sociedad cartera cuyo principal activo es una participación del 1,65% en la Nueva Pescanova, compañía que se constituyó con la banca acreedora como principal accionista.
La ruina de 9.000 inversores
La vieja Pescanova ejemplifica su caída recordando la situación financiera que la compañía presentaba en 2012 y la que tiene ahora. “Los hechos enjuiciados, en definitiva, han supuesto la ruina económica de 9.000 inversores, titulares de la amplísima mayoría del capital social, y nuestro empeño en este procedimiento se centrará en el reconocimiento de esta realidad por parte del tribunal”, señala. “Nada nos ata a los anteriores administradores, y tenemos muy claro que nuestra única obligación reside en la protección del interés de los accionistas”, indica la firma.