La venta de las centrales de Villar Mir en el Xallas, en manos de la Xunta
Los sindicatos creen que el Ejecutivo autonómico está "moviendo comas" para que el empresario pueda segregar el negocio hidroeléctrico del de las ferroaleaciones
La venta de las centrales hidroelécricas de Ferroatlántica, integradas ahora en Ferroglobe, parece que no tiene vuelta atrás. El empresario Juan Miguel Villar Mir reconoce abiertamente que «ha mantenido y sigue manteniendo contactos» sobre estos activos, aunque sin iniciar en firme ningún proceso de venta. Pero en Galicia tiene un problema.
Las plantas gallegas, que representan el grueso del paquete de 12 centrales propiedad del grupo –con una potencia instalada de 210 megavatios–, están ligadas al negocio de las ferroaleaciones y, más concretamente, a las plantas de Cee y Dumbría, como ratifican varias sentencias. La Xunta, de quien dependen además las autorizaciones administrativas de las concesiones, tiene la última palabra en esta operación.
Fin a la incertidumbre
Sin embargo, los sindicatos sospechan que el Ejecutivo autonómico pueda «estar moviendo algunas comas» para que el empresario pueda salirse con la suya. Por este motivo, Xabier Santos, de la CIG en Cee, exige al propio Feijóo un posicionamiento político «porque, haya o no haya venta, la Xunta tiene que acabar con esta incertidumbre».
Villar Mir, afirma, «tiene en las centrales un activo perfecto para especular; solo hay que esperar a que llueva y el dinero cae del cielo». Fuentes próximas a la operación, hablan de que pediría entre 900 y l.300 millones por estas propiedades, lo que le permitiría reducir sensiblemente la deuda del grupo y de la constructora OHL.
Juan Villar, representante de la UGT en el comité de empresa, se sitúa en esta misma línea. Asegura que «las sentencias están clarísimas», y que si sale adelante lo de la venta, «es porque alguien está tocando cosas que no debe».
Apoyo de la mancomunidad
Este martes, los representantes de los trabajadores se desplazarán a Santiago a la espera de ser recibidos por el presidente autonómico en funciones. Bajo el brazo llevarán el escrito firmado este lunes por los alcaldes de la Mancomunidade de Fisterra (integrada por los concellos de Cee, Corcubión, Dumbría, Fisterra y Muxía) en el que instan a Alberto Núñez Feijó a recibirles junto a los miembros del comité para tratar el tema de la segregación.
Como novedad, han ampliado el plazo para que pueda responder. Así, Feijóo tendrá hasta el miércoles 26 de octubre para trasladarles la postura de la Xunta, justo un día antes de que los trabajadores viajen a Madrid para conocer de boca del consejero delegado, Pedro Larrea, el estado de la cuestión.
Al día siguiente, el viernes 28, los trabajadores celebrarán otra asamblea, «ya previsiblemente con otra concentración como la de la semana pasada», avanzan, en la que, en función de lo que les trasladen, decidirán si continúan con las movilizaciones.