La venta de la dueña de la AP-9 enfila los juzgados
Sacyr puede vender su 15,5% en Itínere y optar por una de las dos ofertas, pero Globalvía amenaza con acudir al juzgado si se inclina por Corsair
Negociaciones a contrarreloj por la dueña de la concesionaria de la AP-9. Y de alto riesgo. Sacyr dispone de quince días para responder a la comunicación en la que Corsair le expresó este lunes su intención de ejercer el derecho de adquisición preferente sobre su 15,5 % en Itínere, participación que en julio acordó vender a Globalvía, que advierte a la constructora de que tomará medidas en caso de que no cumpla y acudirá a los juzgados.
El pasado 27 de julio, Sacyr (15,5 %), Abanca (23,81 %) y Kutxabank (16,3 %) acordaron vender conjuntamente a Globalvía su participación en Itínere (55,6%), en una operación que suponía valorar la totalidad de la concesionaria en 1.300 millones.
Las cartas se descubren
Comunicada esta operación, la gestora de fondos estadounidense Corsair, máximo accionista de Itínere con el 37,9%, disponía de 45 días para ejercer su derecho de adquisición preferente, un plazo que venció este lunes, cuando comunicó a Sacyr su intención de ejercerlo sobre su participación.
Con la adquisición de este paquete, sumado al que ya posee y al que tiene su socio en Itínere, Liberbank (5,8%), Corsair se convertiría en el accionista de control de la concesionaria española con el 59,2% del capital y el apoyo financiero del fondo de pensiones holandés APG.
El derecho de tanteo
En la comunicación remitida a Sacyr, Corsair detalló su interés de ejercer su derecho de adquisición preferente sobre su 15,5% en Itínere al mismo precio que el acordado con Globalvía y que supone valorar dicho paquete accionarial en 203,5 millones de euros. Así, el fondo estadounidense se haría con el control de la concesionaria a menor coste que Globalvía, que para comprar el 55,6% tendría que afrontar un desembolso de 730 millones de euros.
En un farragoso comunicado remitido a los medios, APG y Corsair informaron ayer de que habían acordado la compra y ejercitado derechos para alcanzar el 59,2 % del accionariado de Itínere con la misma valoración que la otorgada por Globalvía y sin especificar con qué accionistas habían alcanzado dicho acuerdo.
Fuentes de Sacyr han confirmado este martes que Corsair les remitió ayer, unilateralmente y sin que hubiera un previo acuerdo con ellos, una comunicación invocando su derecho de adquisición preferente sobre su 15,5% en Itínere.
Sacyr tiene la última palabra
La constructora dispone de un plazo de 15 días para contestar dicha comunicación, según la misma fuente, que ha asegurado que por el momento no han tomado ninguna decisión al respecto y que deberán estudiar todas las implicaciones jurídicas.
Por su parte, fuentes de Globalvía han reconocido que, a pesar del acuerdo sindicado de venta firmado en julio, Corsair puede ejercer su derecho de adquisición preferente sobre la participación que quiera y que Sacyr puede vender sus acciones a quien considere.
No obstante, ha advertido a Sacyr de que «habrá consecuencias» si decide vender a Corsair y que adoptará todas las medidas legales que considere oportunas para defender sus derechos.
El control y los arbitrajes
Esta disputa por el control de Itínere se produce cuando está a punto de resolverse el arbitraje que Sacyr, Abanca y Kutxabank plantearon ante la oposición de Corsair a deshacer el pacto entre accionistas suscrito en su día en Itínere para así poder vender sus respectivamente sus participaciones en la concesionaria de autopistas.
Además, Kutxabank planteo otro arbitraje para deshacer el mecanismo en virtud del cual, y gracias a su participación y la de Liberbank, se dejaba la gestión de Itínere en manos de Corsair.
Itínere es una de las principales compañías de gestión de infraestructuras en España. La compañía opera cinco autopistas de peajes, plenamente operativas, en el norte de España (Audasa, Aucalsa, Autoestradas, Audenasa y la AP-1), con un total de 552 kilómetros, y también tiene una participación en Acega.