La transición de R: de las ‘caídas’ con Euskaltel al crecimiento con MásMóvil
Ocho años después de la compra por parte del grupo de origen vasco, en manos de la teleco amarilla y en plena fusión con Orange, la cablera gallega enfoca su futuro con optimismo, de vuelta a la senda del crecimiento a pesar de la inflación
Ocho años después de su venta al grupo de origen vasco Euskaltel, la cablera gallega R retoma la senda del crecimiento operativo. Su director general, Alfredo Ramos, dice que la compañía, que ha mantenido su identidad y marca dentro ahora de MásMóvil, ha recuperado “la ilusión”. “Ha sido una integración de libro”, indicó el ejecutivo esta semana, en una presentación ante la prensa del balance de 2022, año en el que la marca ha captado más de 10.000 clientes en Galicia. Un ejercicio que ha sido bueno pero que, además, se ha erigido en prefacio de un 2023 que se prevé mucho mejor, ya que en solo tres meses ha igualado ese número de altas.
Con estas cartas sobre la mesa es sencillo trazar un retrato de la transición de R en la última década, desde el desembarco de Euskaltel hasta la situación actual, pendiente el grupo de que Bruselas apruebe la fusión con Orange.
De Caixanova a CVC y Euskaltel
Fue en 2008 cuando Caixanova, la antigua caja del sur de Galicia, se hizo con el 66% de la cablera al adquirir el 35% del capital en manos de Fenosa. Sin embargo, tan solo dos años después, en 2010, la compañía dejaría de poseer un accionariado mayoritariamente gallego: el fondo CVC adquirió primero el 35% del capital para luego elevar la participación hasta el 70%. Hubo de pasar un lustro para ver el desembarco de Euskaltel, en aquel momento, participada de forma mayoritaria por Kutxabank y Corporación Financiera Alba. La firma de origen vasco se hizo con la compañía gallega, que valoró en 1.115 millones de euros. Su desembarco supuso, entre otras cosas, la salida de la compañía de quien era su director general desde 1998, Arturo Dopico, que curiosamente recalaría luego en MásMóvil para pilotar su negocio luso.
En 2021 se produjo un nuevo cambio de timón, cuando MásMóvil concluyó con éxito una opa sobre Euskaltel, ya con el fondo Zegona como principal accionista. Desde entonces hasta ahora, R –que mantuvo, pese a todos los cambios de manos, su marca y su sede en Galicia– ha recuperado la senda del crecimiento operativo. Algo, indicó Ramos esta semana ante la prensa, en la que influyó y mucho esa «integración de libro» por parte de la teleco amarilla de Meinrad Spenger. “El equipo recuperó la ilusión por el proyecto. Directamente, la compañía que nos adquirió nos preguntó qué necesitábamos para volver a crecer”, explicó.
Mantenimiento del empleo
Esas necesidades se tradujeron en una inversión de hasta 100 millones de euros para desarrollar mejores redes de telecomunicaciones en la comunidad y la promesa de gastar otros 175 millones hasta 2024. Con más red y más antenas, R asegura que, en este momento, el 85% de la población gallega puede disfrutar ya de su cobertura 5G. Además, “prácticamente el 100% de los concellos disponen en este momento de fibra óptica con R”. Esto se ha traducido en un incremento de clientes en todo 2022 . La firma cerró el pasado diciembre superando los 600.000 clientes en la comunidad entre líneas de banda larga y móviles prepago y la suma de 10.000 nuevos usuarios. Un crecimiento que ha explotado este principio de año, a pesar de la crisis inflacionaria, ya que según la dirección de la compañía, en el primer trimestre han sumado tantas altas como en todo el ejercicio pasado. “Muy pocas compañías están crecimiento como nosotros”, indicó Ramos, para explicar que este 2023, R es la marca dentro de MásMóvil que más ha avanzado en términos porcentuales.
Explicó Ramos que esa “integración de libro” que acometió MásMóvil pasó también por el mantenimiento del empleo, que, por contra, sí se destruyó cuando se produjo el desembarco de Euskaltel –entonces había más de 300 personas empleadas en Galicia–. En la actualidad, la cablera emplea en la comunidad a 143 personas de forma directa y asegura que genera otros 1.500 empleos indirectos. Apuntan también a que el mantenimiento de la sede en Galicia se ha traducido en el pago de 144 millones de euros entre impuestos y tasas entre 2019 y 2021.
R asegura también en que su compromiso en con Galicia se nota también en su políticas de ESG (Enviromental, Social and Governance), algo, destaca «que la llevado a obtener puestos sobresalientes en las ediciones del Atlas Gallego de la Empresa Comprometida«, una iniciativa de Economía Digital Galicia que evalúa el papel de las empresas gallegas con respecto al entorno y los agentes sociales, así como la gestión de su gobierno corporativo.
La clave de las menores incidencias
Uno de los hechos que destaca la nueva R de MásMóvil es la notable reducción de incidencias en su red, casi un 30% en el último año, algo que está directamente relacionado con la red ganada. «Con 2,5 veces más antenas te haces más inmune a todo tipo de incidencias», explican.
Por otro lado, R asegura que se ha convertido en operador de referencia para las empresas del territorio gallego, ya que presta servicio a 34.000 empresas entre grandes clientes, pymes y pequeños negocios, que le generan una facturación por encima de los 60 millones de euros. Además, y para todo el grupo MásMóvil, la cablera de origen gallego también diseña soluciones digitales para todo el grupo, lo que la ha llevado a tener como clientes destacados a gigantes como Abanca, Burguer King o Globalia.
El futuro de R
Así, mientras R retoma la senda del crecimiento, el grupo al que pertenece avanza en su fusión con Orange. A la espera de la luz verde de Bruselas, todo son cautelas. Sobre el futuro de la marca gallega, Ramos tan solo recuerda que ha quedado más que evidenciado el éxito de una compañía multimarca.
De salir adelante la fusión, MásMóvil y Orange conformarán un grupo que, por vez primera, amenazará la hegemonía de Telefónica en Galicia.