¿La solución para las plantas de Alcoa está en Cerdeña?
Un informe avala la legalidad de que el Estado adquiera las plantas en una solución similar a la adoptada por el Gobierno italiano con una factoría de Alcoa
Entre las fórmulas que tiene el Estado para intervenir en la crisis de Alcoa también está la de adquirir las plantas. Eso sostiene un informe elaborado a encargo de la CIG por el profesor titular de Derecho Administrativo de la Universidade da Coruña (UDC), Carlos Aymerich, que considera “conforme” al ordenamiento constitucional y al derecho comunitario la medida.
El estudio contempla dos vías para la compra pública de las factorías desde el punto de vista de la normativa europea: una adquisición en condiciones de mercado, que no exigiría autorización previa por parte de la Comisión Europea, y otra, sin atender a estas condiciones del mercado, por lo que sería «una ayuda del Estado» y sí requeriría esta autorización.
La solución del Gobierno italiano
Aymerich toma como referencia una situación similar a la que atraviesan las instalaciones de A Coruña y Avilés acaecida en la planta de Alcoa en Portovesme, en Cerdeña, cuyo cierre se consumó en 2014 sin que ningún inversor lo evitara.
No obstante, fue aplazado su desmantelamiento hasta 2016 tras el interés de una empresa suiza, Syder Alloys. «En el caso de Cerdeña, el Estado italiano la adquiere –la fábrica– y la vende a la empresa suiza con una participación en el capital del gobierno italiano, del autónomo de Cerdeña y un 5% en manos de trabajadores». «Éste podría ser el modelo», recalcó Aymerich.
Carlos Aymerich junto al secretario xeral de la CIG, Paulo Carril; el secretario comarcal del sindicato en A Coruña, Xabier Filgueira; y delegados de la CIG en la factoría de A Coruña durante la presentación del informe / CIG
Italia atajó la crisis de la planta de Alcoa a través de Invitalia, una agencia dependiente del Ministerio de Economía para atraer inversiones y para el desarrollo empresarial. Es titular de un holding público similar al de la Sepi, dueña de Correos o Navantia, en España.
Invitalia alcanzó un acuerdo con la multinacional norteamericana para aplazar el desmantelamiento de la factoría durante más de un año a través de un contrato de cesión y dar tiempo a la entrada de Syder Alloys, comprometiendo el Estado italiano determinadas ayudas para garantizar un acceso competitivo a la energía con un contrato bilateral a diez años basado en la interrumpibilidad.
Los compromisos de Alcoa en Italia
El compromiso de Alcoa con el plan fue notable. Según relata el informe, cedió la empresa a Invitalia para la posterior adquisición por un tercero, depositó 20 millones, se comprometió con la recuperación de los acuíferos contaminados y con el suministro de alúmina a la planta y colaboró en la reactivación de las instalaciones y la formación de los trabajadores.
El resultado de este proceso fue una sociedad, Syder Alloys Italia, en la que el Estado Italiano controla el 15%, los trabajadores, con una asociación creada a tal efecto, un 5%; y el resto, un 75%, la empresa suiza. De acuerdo con el plan previsto, la producción de aluminio primario debería reiniciarse en mayo de este año y estar a plena capacidad en 2020, con 376 trabajadores.
Además de las ayudas, las arcas públicas italianas comprometieron inversiones por valor de 94 millones.