La sequía derrumbó un 80% la producción de Ence en Pontevedra
La compañía produjo solamente 21.000 toneladas en el último trimestre del ejercicio, siete veces menos que en Navia, pero triplicó la venta de madera a terceros aprovechando el parón en la planta de Lourizán
Ence ha cerrado el pasado ejercicio con 247 millones de beneficio gracias, en buena medida, a la reversión de los deterioros y provisiones que había dotado ante el posible cierre de la fábrica de Pontevedra. La sentencia del Tribunal Supremo que dio validez a la prórroga de la concesión en Lourizán hasta 2073 le permitió liberar 169 millones que elevaron las ganancias del último trimestre hasta los 180 millones.
La resolución favorable del litigio no solo llevó a la compañía dejar atrás las pérdidas del año anterior, de 190 millones, sino también a compensar la paralización de la factoría gallega, que tuvo que dejar de producir por la bajada de caudal del río Lerez, del que se abastece de agua. La sequía mantuvo las instalaciones sin actividad durante cuatro meses, con un impacto que el grupo estimaba en 62 millones en las cuentas del tercer trimestre.
A cierre de ejercicio señala que el coste por tonelada (cash cost) del cuarto trimestre «aumentó un 55,2% respecto al mismo periodo de 2021, hasta los 678,8 euros, debido principalmente al impacto de la suspensión de la actividad de Pontevedra y a los costes asociados a la nueva solución para la recuperación de agua». Este mecanismo le permitirá reutilizar el agua de la EDAR de Placeres, colindante a la planta, minimizando el uso de agua del río para la producción de celulosa durante situaciones de sequía.
La parálisis de la actividad tiene números. Entre octubre y diciembre, la factoría produjo 21.152 toneladas, un 80,4% menos que en el mismo periodo del año anterior, y siete veces menos que la otra fábrica del grupo, la de Navia, que alcanzó las 157.139 toneladas. El descenso del segundo semestre del año a causa de la sequía llevó a la producción anual a una caída del 19,1% respecto al ejercicio anterior, cuando había alcanzado el millón de toneladas.
Esto no se tradujo en una caída de la cifra de negocio, pues se situó en los 1.003 millones, un 22,4% más que en 2021, debido a los mayores precios de venta de la celulosa.
Más venta de madera ante el parón
A falta de actividad en Pontevedra, Ence llevó al mercado la madera que no consumía. «En el cuarto trimestre se redujo el consumo interno de madera por la suspensión de actividad en Pontevedra, lo que derivó en un incremento de los ingresos por venta de madera a terceros hasta los 6,1 millones«, explica la compañía en su informe financiero.
Este importe triplica los ingresos obtenidos en el mismo periodo del año anterior por este concepto, pues habían ascendido a dos millones. En el conjunto del año, sin embargo, el mayor consumo de madera supuso un descenso del 15% en los ingresos por ventas a terceros, que se quedaron en los 13,8 millones.