La que se avecina en R con Zegona al mando
R prosigue con su fusión con Telecable y la externalización de servicios mientras Zegona diseña un nuevo modelo para Euskaltel
Todo son incógnitas en el entorno de la joya de Euskaltel, que está en A Coruña. R, en pleno proceso de fusión por absorción con Telecable, es una marca en la que se apoya el grupo vasco desde hace unos meses para su expansión a otras autonomías, con el objetivo de convertirse en un jugador a escala nacional en el mercado de las telecomunicaciones.
Ese era uno de los planteamientos con lo que hace un año desembarcó Zegona en el capital del grupo, y a los gestores de Euskaltel les faltó tiempo para tomar la palabra a sus nuevos e incómodos socios, que desbancaron a Kutxabank como primer accionista. Ahora, con el nombramiento de un nuevo consejero delegado impuesto por el fondo británico, son muchas las incógnitas y pocas las certezas que se abren para R.
El motor de beneficios de Euskaltel
Una premisa es básica en el nuevo escenario, y refuerza al equipo de la filial gallega. R aporta siete de cada diez euros de los beneficios de Euskaltel. La operadora gallega logró unos 43,9 de los 62,6 millones de euros de ganancias de Euskaltel en 2018, mientras Telecable agudiza sus pérdidas.
Mientras prosigue con la absorción de la filial asturiana, R continúa también con una estrategia de externalización de servicos que le llevará a amortizar en cuestión de semanas otros 15 puestos de trabajo. En Asturias serán 24 los empleos de Telecable que se externalizan. Pasarán todos, bajo el amparo del artículo 44 del Estatuto de los Trajadores, que alude a las sucesiones de empresa, a estar bajo la batuta del grupo chino ZTE. Todos los trabajadores pertenecen al área de Operación de Red. Algunas fuentes apuntan a que las salidas no se detendrán, y proseguirán a la vuelta del verano, con la baja de unos cien trabajadores en total.
Proceso de externalización
Este proceso es consecuencia del acuerdo integral de suministro y gestión con ZTE España, filial del grupo chino del mismo nombre, a través del cual la compañía se convertirá progresivamente en el proveedor de referencia de equipos de usuario de fibra para el Grupo Euskaltel. El acuerdo supone que Euskaltel contará con ZTE como socio estratégico para afrontar su ambicioso plan de expansión en cinco nuevos mercados en España.
La incógnitas llegan ahora de la mano de Zegona, un fondo cuyo principal activo es precisamente su participación en Euskaltel. En explícito desacuerdo con la gestión hasta ahora, el nombramiento de un nuevo consejero delegado en sustitución de Francisco Arteche es todo un golpe de mano al poder vasco en la operadora y deja en entredicho al presidente, García Eraukzin, que mantiene por ahora el cargo.
De momento, todo son buenas palabas. Con la incorporación del nuevo consejero delegado, el grupo quiere reafirmar su objetivo de generación de valor para la compañía y de retorno para sus accionistas, así como consolidar su liderazgo tecnológico en el mercado, reforzar la orientación al cliente, desarrollar soluciones de comunicación específicas para empresas y particulares, maximizar sinergias, y, en consecuencia, incrementar los resultados, manteniendo el arraigo local de las marcas Euskaltel, Telecable y R, «siempre con coherencia y cultura de grupo».
Crecer, crecer y crecer
El nuevo consejero delegado de Euskaltel, José Miguel García, ex de Jazztel, ha señalado tras su nombramiento que confía en el «valioso potencial» que tiene la operadora para ser «actor de referencia en el mercado de las telecomunicaciones en España». «He podido comprobar cómo este éxito está basado en la fortaleza estratégica y el arraigo de sus tres marcas con el mercado, que refuerza el vínculo entre Euskaltel y sus grupos de interés, así como el compromiso con sus personas», ha agregado.
García define a Euskaltel como un «proyecto de crecimiento rentable con todos los activos necesarios para generar valor», cuyo éxito futuro se basa en seis pilares: una organización «potente, sencilla y eficiente, con un equipo experimentado; un producto fuerte, con una oferta homogénea y de valor; marcas sólidas que puedan atender todas las oportunidades de los mercados locales y nacional, que son los activos que aseguran el éxito; una estrategia comercial enfocada y «best practice»; una factoría única, con una sólida infraestructura de sistemas, red y operaciones, que apoya la estrategia comercial y genera eficiencias; y un mercado que proporciona «un gran potencial de crecimiento».