La promesa de la viscosa: la fibra que encandila a Inditex y que condenan los ecologistas
El componente, que se producirá en Galicia de la mano de Altri y cuyo proceso de fabricación levantó fuertes polémicas por contaminante en 2018, atrae el interés de los principales gigantes de la moda
Galicia se apunta a la viscosa. La comunidad presenta una fábrica de esta fibra como proyecto tractor para los fondos europeos Next Generation, que correrá a cargo de la papelera portuguesa Altri. La planta, cuyo emplazamiento concreto está por especificar, interesaría al gigante de la moda Inditex, que lleva años a la caza de este material que condenan los ecologistas.
La multinacional fundada por Amancio Ortega se ha volcado con la viscosa. Actualmente es el tercer material más usado por la textil, con 8.379 toneladas usadas en 2020. La compañía aumentó un 110% sus recursos en esta materia prima desde 2018 a 2019, con un ritmo de crecimiento constante hasta día de hoy, según refleja la firma en su último reporte de información no financiera.
Y es que esta fibra textil, fabricada a base de celulosa, ha levantado pasiones entre el sector de la moda. El eucalipto, especie que prolifera en Galicia, es un recurso cuya pulpa se aprovecha para la fabricación de celulosa, y esta a su vez para la viscosa. Una fábrica en la comunidad tendría así un enorme interés para Inditex, que como H&M, Asos, Tesco y muchos otros grupos están en plena búsqueda y captura de este material. El proyecto tendrá un coste de 800 millones de euros y creará 1.500 puestos de trabajo directos.
Oficialmente, Inditex no se pronuncia sobre su eventual implicación en el proyecto de la viscosa, del que sería uno de los principales clientes junto a otras empresas del sector textil gallego. Sin embargo, la multinacional participó activamente durante y después del confinamiento en el comité de expertos del que salieron los proyectos tractores promovidos por la Xunta, entre ellos, el de la viscosa. Ignacio Fernández, director general de Finanzas, fue el representante de Inditex en el comité de expertos de Feijóo.
¿Es realmente sostenible?
Una de las razones por las que las grandes marcas como la de Amancio Ortega hacen campaña con la viscosa es por su sostenibilidad. El estudio ‘Dirty Fashion: Crunch time’ elaborado por Changing Markets Foundation recoge que la fabricación de este material implica una gran cantidad de productos químicos tóxicos en el proceso (disulfuro de carbono, hidróxido de sodio y ácido sulfúrico, entre otros), y los residuos resultantes, que normalmente terminan en ríos y mares en forma de vertidos, son altamente contaminantes.
El informe revela que durante 2017 y 2018 las fábricas de viscosa en India, Indonesia y China (donde pertenece la gran mayoría de los productores), tenían un «tratamiento inadecuado de estos químicos provocando serios daños a la vida marina y la agricultura, exponiendo a trabajadores y ciudadanos a este peligro y causando en muchos casos graves problemas para la salud«, según denuncian también desde Ecologistas en Acción citando el estudio mencionado.
Tras salir a la luz esta denuncia y revelarse también que los principales gigantes textiles compraban la viscosa a estas fábricas, firmas como Inditex tomaron nota del estudio comprometiéndose a adquirir este material solamente a productores sostenibles. En este contexto nació el proyecto Canopy Style, impulsado por la multinacional gallega y suscrito por otras grandes firmas como H&M, con el objetivo de reducir el consumo y fomentar la compra de viscosa ‘verde’.
Un proceso mucho menos tóxico
Y es que la viscosa ha vivido un cambio de escenario en los últimos años. Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), confirma que antes esta fibra era «altamente contaminante en su proceso productivo» ya que «pasa por un proceso químico que generaba muchísimo vertido tóxico». Sin embargo, recientemente «ha aparecido una viscosa más sostenible que proviene de bosques sostenibles, con un proceso reducido en químicos que disminuye los vertidos en un alto porcentaje. Por eso las marcas la están utilizando ahora más. Además es atractiva para las empresas porque no es cara, no es sintética y le da un cuerpo a los tejidos que es muy agradable para la confección», defiende.
En este escenario, Inditex, que utiliza cada vez más la viscosa o rayón, se comprometió a que «a partir de 2020 todas nuestras fibras celulósicas procedan de orígenes que no supongan un riesgo para los bosques primarios y amenazados del planeta«, con el objetivo de que para 2023 «el 100% de las fibras celulósicas que utilizamos sea más sostenible».
¿Quién fabrica la viscosa, y dónde?
La fabricación del 75% de la viscosa a nivel mundial está en manos de once empresas. Aditya Birla Group (India), Asia Pacific
Rayon (Indonesia), ENKA (Alemania), Lenzing (Austria) y Sateri (China) son algunas de las principales. Todas ellas aseguran estar suscritas a programas y proyectos que garantizan la sostenibilidad, como el Canopy Style antes mencionado.
También Altri, la pastera que producirá viscosa en suelo gallego, promete en su política de sostenibilidad una gestión responsable de los recursos, y asegura que actualmente cerca del 96% de las materias primas que utiliza son renovables. Si quiere mantener un acuerdo con Inditex, ese camino verde es por el que tiene que continuar la empresa. Desde la patronal textil celebran la construcción de la fábrica como algo positivo para el sector por aportar producción nacional, ya que «uno de los grandes problemas con los que nos encontramos es que tienes que comprar mucho porque hay que traerlo de fuera», según apunta Zamácola. Un problema cuya solución puede estar muy cerca.