La primera mina gallega de coltán recorta pérdidas a la mitad tras el ‘ok’ de la Xunta a su ampliación

Strategic Minerals endereza el rumbo. La compañía que opera en A Penouta (Viana do Bolo) la primera mina de coltán de toda Europa ha logrado recortar su sangría de números rojos a la mitad. Según ha detallado la firma en un comunicado que ha remitido a la Sedar canadiense, sus pérdidas se han reducido desde los tres millones de dólares cosechados en 2021 hasta los 1,4 millones (1,3 millones de euros al cambio actual) en un 2022 marcado por la inflación.

Esta mejora en los resultados se corresponde, básicamente, al último trimestre del año. Con la mina a cielo abierto ya operativa, la compañía ha pasado de perder 3,6 millones de dólares en los últimos tres meses de 2021 a reducir esta cifra hasta los 0,8 millones en 2022.

«Con tan solo nueve meses de explotación a cielo abierto, la producción total alcanzó la cifra récord de 541 toneladas y la calidad de los concentrados también mejoró durante el año. La producción de concentrado de casiterita fue de 455 toneladas, con un contenido de estaño del 70,4%, mientras que la de concentrado de tantalita/columbita alcanzó las 86 toneladas, con un contenido de tantalita del 23,3% y del 24,6% de columbita», revela la firma.

La tantalita y la columbita hacen, una vez combinados, el coltán. Se trata de un mineral clave en las nuevas tecnologías, toda vez que este se encuentra presente en los condensadores electrolíticos. La rigidez en la oferta por la concentración de este mineral en la República Democrática del Congo, unido a una demanda al alza para componentes electrónicos, ha disparado la presión sobre este mineral al que Strategic Minerals Europe quiere sacar brillo en A Penouta.

Producción al ralentí por los nuevos permisos

La compañía despidió 2022 con un recorte de pérdidas y con un acelerón del 54,4% en sus ingresos, que se encaramaron hasta los 11,6 millones de euros. De esta mejora se ha descolgado, por el contrario, el ebitda. Y es que el beneficio bruto de explotación de la compañía ha pasado de los 1,2 millones de euros de 2021 a arrojar un resultado negativo por valor de 578.000 euros en 2022.

Strategic Minerals achaca este peor comportamiento del ebitda a «la baja producción mientras se esperaban los permisos y a las condiciones meteorológicas adversas durante todo el año, agravadas además por el descenso de los precios internacionales de los minerales».

«Con la exitosa transición a la minería a cielo abierto en nuestro proyecto Penouta, junto con otras mejoras operativas, hemos tenido un año récord en términos de producción y calidad de concentrados», ha destacado Jaime Pérez Branger. El CEO de Strategic Minerals asegura que «,a pesar de que las condiciones meteorológicas adversas y los vientos macroeconómicos que han soplado en contra hicieron que el 2022 fuese un año complicado, nuestra sólida producción y la mejora de los márgenes ponen de relieve la exitosa aplicación de nuestra estrategia».

«Junto con nuestras expectativas de aumentar los niveles de producción en 2023, creemos que la financiación de regalías en curso y el inicio del desarrollo del acuerdo de joint venture en relación a nuestros recursos de litio dará como resultado una compañía aún más fuerte que reforzará los objetivos de la nueva economía verde», destaca el ejecutivo.

La empresa, que comenzó a operar la mina hace un lustro, recibió un espaldarazo por parte de la Xunta en la primavera de 2021. Fue entonces cuando el Ejecutivo gallego le otorgó una concesión para explotar durante 30 años unos terrenos de 156 hectáreas en A Penouta para pasar a operar también una mina de cielo abierto en la que invertirá 40,5 millones de euros. Según sus previsiones, se extraerán 50 millones de toneladas de mineral durante 30 años.

El valor de este proyecto se va hasta el entorno de los 100 millones a juicio de Electric Royalties. La empresa se hizo con el control del 0,75% de los ingresos brutos generados en la mina de estaño y tantalio a cambio de un pago de un millón de dólares canadienses y 500.000 acciones de la propia compañía, que cotizan en el entorno de los 0,34 dólares canadienses.