La plantilla de Vestas tira la toalla con el ERE: «El apoyo a nuestra causa es nulo»
La plantilla acuerda, a través de una asamblea, aceptar una conciliación laboral y denuncia la "falta de compromiso" de las administraciones en la búsqueda de soluciones para mantener los empleos
El comité de empresa de la planta de Vestas en Viveiro acuerda «el fin de la lucha» tras denunciar la falta de apoyo institucional. Su presidente, David Mariño, ha asegurado que la del miércoles ha sido una «jornada triste» en la que se decidió tras una votación «de forma asamblearia» aceptar una conciliación económica para los trabajadores de la factoría.
«El apoyo a nuestra causa es nulo. A nivel institucional, desde la Xunta hasta el Gobierno de España apenas nos han brindado más que una palmadita en la espalda», ha lamentado. Mariño ha reivindicado haber «luchado dignamente con el objetivo de encontrar un comprador para Vestas Viveiro», pero «lo cierto es que las últimas mesas industriales mostraron claramente la apatía y falta de compromiso de las administraciones en la búsqueda de soluciones y lo poco atractivo que resulta la reindustrialización de A Mariña lucense».
Según ha lamentado, la lucha «acaba» por «culpa de una legislación laboral absurdamente injusta». «Visto el deprimente panorama y lo poco probable que sería ganar la nulidad judicial del ERE, e incluso ganándola, en el mejor de los casos nos conduciría a otro ERE en pocos días, (por lo que) optamos por buscar una conciliación previa al juicio», ha informado Mariño.
Es por ello que el comité de empresa ha aceptado una conciliación económica para todos los trabajadores de Vestas y «opciones de jubilación para mayores de 55 años y unas recolocaciones en el centro de Viveiro que aún estaban sin cubrir».
Cruce de reproches entre Maroto y Conde
Por su parte, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha asegurado que aún tiene «confianza» en trabajar para lograr un «buen fin» pese a que los trabajadores aceptaron una conciliación económica previa al juicio que estaba previsto celebrar por su reclamación contra el despido colectivo, que se hace efectivo este viernes 31, con el cese de la actividad en la factoría.
Según Maroto, «no ha sido posible» revertir el despido colectivo, pero ha recordado que «se consiguió esa reindustrialización» en otra planta que tenía Vestas en Castilla y León y ha mostrado «confianza en que si se trabaja bien» y si todas las partes están «unidos», esta crisis también puede llegar a un «buen fin».
El vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, ha respondido a la ministra, que previamente había reclamado mayor colaboración por parte de la Xunta.
«Hace dos años, ni Alcoa ni Vestas tenían ningún tipo de problema», ha llegado a afirmar Conde, al asegurar que entonces existía «un precio eléctrico competitivo y un marco que permitía producir», motivo por el cual ha emplazado al Gobierno central a trabajar en ofrecer un marco energético más favorable para la industria.