La plantilla de Navantia alerta de que 2021 será «un año muerto»
La CIG avisa de que, una vez parta de los astilleros de Ferrol el barco de Armada australiana, Navantia se quedará sin carga de trabajo
Malas perspectivas para Navantia. Esas son las que tiene el sindicato CIG, que este jueves ha alertado de que el 2021 será «un año muerto» en los astilleros de Ferrol. Una vez parta, a finales de este 2020, el segundo barco logístico para la Armada australiana (el primero salió el pasado miércoles) no habrá carga de trabajo hasta 2022. Para esa fecha está comprometido el inicio de los trabajos de construcción de las fragatas F-110 de la Armada española.
Así lo ha expresado el responsable del sindicato nacionalista en el astillero de la ciudad naval, Marcelo Amado, en declaraciones a los medios a las puertas del Parlamento de Galicia, donde en la mañana de este jueves (jornada en la que finaliza el debate de investidura) se han concentrado decenas de trabajadores de Navantia Ferrol para reclamar carga de trabajo.
Sin carga de trabajo
«A final de año nos vamos a quedar sin carga de trabajo. No es decir que habrá poca, es que no va a haber ninguna», ha advertido Amado, que ha puesto el foco en que no habrá actividad, con excepción de la eólica y la eólica marina, hasta que se inicie la construcción de la fragatas F-110, lo que supondrá que «3.000 personas se queden sin trabajo» hasta febrero de 2022, cuando está previsto que arranquen las tareas (si bien el sindicato da por hecho que se demorará).
«2021 será un año muerto, desértico«, ha sentenciado el responsable de la central nacionalista, que ha apuntado que, si bien la situación afectará también a los trabajadores de la empresa principal, será más grave para la industria auxiliar. «Van a ser lo que se vayan a la calle», sentenció.