La planta de Ence en Pontevedra, nuevo motor de beneficios en el grupo
Aunque no es la fábrica que produce más celulosa, sí se mantiene rentable frente a la de Huelva, amenazada por la reforma eléctrica
A pesar de la oposición de colectivos medioambientales y administraciones públicas de Galicia, Ence quiere permanecer en la Ría de Pontevedra lo máximo que le permita la nueva ley de Costas. Setenta y cinco años más a partir de 2018, cuando acaba su concesión actual. El interés del grupo en Galicia y en el enclave de Lourizán son entendibles si uno atiende a las cuentas de la multinacional. La factoría gallega es rentable, algo que no ocurre en todas la plantas de una compañía lastrada por la reforma eléctrica.
El grupo dio a conocer este miércoles sus resultados correspondientes al cuarto trimestre de 2013. En ese ejercicio, Ence registró un resultado neto de 3,7 millones de euros, un 92% menos que un año antes. Para la compañía, la culpa de estos resultados está en las políticas eléctricas puestas en marcha por el Ministerio de Industria. Obtuvo este resultado tras registrar el 50% del impacto estimado del borrador de orden ministerial del nuevo esquema retributivo a las renovables, además de por las diversas reformas que se han encadenado desde 2012.
Caen los resultados, aumentan las ventas
La compañía cree que puede llegar a presentar unas pérdidas de 26 millones, si no salen adelante las alegaciones que ha presentado contra la orden ministerial. Sin la reforma eléctrica, Ence obtendría unos beneficios de 56 millones de euros.
Y es que según sus resultados, la cifra de negocios del grupo ha aumentado con respecto a 2012. Llegó a los 849,6 millones frente a los 827,5 del ejercicio 2012. Las ventas de celulosa aumentaron un 2%, mientras que las de electricidad crecieron un 10%.
¿Qué salva a Pontevedra?
Todo esto ha hecho que de las tres plantas de celulosa que Ence tiene en España, en Navia, Pontevedra y Huelva, esta última se presente gravemente amenazada. La propia empresa lo reconoce en su comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). “De confirmarse el borrador, la fábrica de celulosa en Huelva podría dejar de ser competitiva, lo que pondría el riesgo no sólo el empleo industrial, sino también todo el empleo rural que genera”, explica. Una situación de la la factoría gallega está a salvo por el momento, lo que aumenta su peso dentro del grupo.
¿Qué es lo que hace rentable a la factoría de Lourizán y no a la de Huelva? Cada planta tiene un cash cost, es decir, el coste que implica la producción de una tonelada de celulosa. En la factoría andaluza, el precio es mayor que en las de Pontevedra, o en la de Navia, entre otros factores por el acceso a la madera, que en Galicia está garantizado. De hecho, Huelva recibe madera de la comunidad gallega y de Portugal. Esta situación, unida a los problemas derivados de la reforma eléctrica, hacen que la factoría del Sur deje de ser rentable, frente a la gallega o la asturiana.
Informe de la Xunta sobre la prórroga
Durante 2013, la planta de Ence en Pontevedra produjo 417.252 toneladas de celulosa, un 3% más que un año antes. Navia 476.984, un 2% menos, mientras que Huelva aumentó su producción un 6%, hasta los 375.859 toneladas.
Todo esto, mientras que la Consellería de Medio Ambiente ha asegurado a Fomento que en las actuales circunstancias no puede emitir, de momento, su informe sobre la prórroga de Ence en la ría más allá de 2018, cuando caduca la concesión. La Xunta señala que el reglamento de la nueva Ley de Costas no se ha aprobado aún, por lo que se desconocen los aspectos que impondrá la norma estatal.