La patronal láctea defiende ante el Supremo que los ganaderos vendan a pérdidas para protegerlos
Sostienen que la obligación de cubrir los costes de producción de las granjas provoca la desaparición de las explotaciones más pequeñas e ineficientes; Unións Agrarias acusa a la industria de "imponer los precios" y recuerda el cártel del lácteo
La patronal láctea Fenil presentó el mes de noviembre un recurso contra la Ley de la Cadena Alimentaria con el objetivo de tumbar la medida que prohíbe la venta de leche a pérdidas. Este miércoles, tanto la organización empresarial como Unións Agrarias presentaron periciales en el Tribunal Supremo para defender sus posturas, la primera favorable a anular parte de la normativa que impulsó en su momento la ministra Isabel García-Tejerina, y la segunda contraria a que la industria «imponga» los precios a las granjas, lo que sucedería, a su entender, si no estuviese blindada legalmente la sostenibilidad de la cadena.
Unións Agrarias expresó su sorpresa por ser la única organización que hacía frente a la ofensiva de la patronal, destacando que tampoco la Abogacía del Estado hizo intervención o presentó documento alguno. A la salida del Tribunal Supremo, Roberto García, secretario xeral de Unións Agrarias, explicaba que Fenil pretende hacer ver que levantar la prohibición de vender a pérdidas «protegerá» a los ganaderos. Lo consideró «éticamente impresentable».
La postura de la patronal es que si deben cubrirse los costes de las explotaciones, aquellas que son más pequeñas e ineficientes estarán condenadas a la desaparición. Unións Agrarias replica que el número de granjas ya se redujo significativamente antes de la entrada en vigor de la normativa, cuando las empresas «imponían» el precio a los ganaderos.
Contra el cártel de la leche
La organización presentó una pericial para demostrar que los ganaderos son los que tienen el margen más estrecho en la cadena de valor. Además, intenta justificar que todos los parámetros por los que se establecen los costes son perfectamente medibles, tales como el coste energético o los piensos. Sin son medibles, son objetivables y aplicables para evitar la venta a pérdidas de la leche en origen.
García también recordó que las empresas recurrentes son las mismas que fueron «condenadas por la CNMC a una sanción de más de 80 millones de euros por imponer un cártel de precio desde 2012″. En la presidencia de Fenil está actualmente el consejero delegado de Lactalis Iberia, multinacional francesa y principal operador del sector en España. Anteriormente ocupó el mismo cargo Capsa, el mayor grupo lácteo español.
El secretario xeral de Unións Agrarias insistió en que las empresas pretenden «imponer precios» a los ganaderos y forzarlos a adherirse a contratos a la baja sin tener en cuenta los costes o la evolución del mercado.