La patronal europea de Inditex y Mercadona pide ayudas para evitar un cierre masivo de empresas

La patronal europea de la distribución lanza un SOS. EuroCommerce, la organización en la que se integran empresas como Inditex, Amazon, Mercadona o Ikea, ha pedido ayudas «urgentes» para superar la «grave crisis económica» provocada por el incremento de precios de la energía. El consejo de dirección de la entidad se reunió esta semana y decidió lanzar un mensaje claro: la situación «no es sostenible por más tiempo».

«Si no se toman medidas urgentes que atajen el alto coste de la energía, un amplio y creciente número de empresas del comercio minorista y mayorista corren un riesgo real de desaparecer y muchas zonas comerciales en Europa pueden quedarse sin sus comercios”, ha afirmado el presidente de EuroCommerce, el español Juan Manuel Morales.

En EuroCommerce se integran también las principales patronales de la distribución española, a las que están asociadas Aldi, Carrefour, Vegalsa, Gadisa, Froiz. Desde la organización piden una «solución europea» con «urgencia», porque su sector es un «gran consumidor de energía», lo que provoca que «las empresas sean particularmente vulnerables» ante el creciente coste de la energía, puesto que no lo pueden trasladar «a unos consumidores ya muy afectados por la situación económica».

«La continua necesidad para nuestro sector de proveer de un servicio esencial a la población significa que las empresas no pueden detener temporalmente o restringir sus actividades mientras esperan que los precios de la energía desciendan», ha indicado EuroCommerce.

Trasladar los costes al consumidor

El sector «está trabajando para suavizar el impacto sobre los consumidores» actuando de una forma «responsable» durante la crisis y las empresas «han hecho el máximo esfuerzo para absorber en la medida de lo posible la presión inflacionista a la que se enfrentan ellas y los consumidores».

Sin embargo, han alertado de que con los precios energéticos actuales «no tendrán más remedio que repercutir estos costes extraordinarios hacia los consumidores si no se toma ninguna medida en el marco de la Unión Europea y de los gobiernos nacionales».

La distribución también ha reivindicado que es «el único sector con presencia en cada comunidad a lo largo de toda la región europea», por lo que «perder las tiendas sería un duro golpe para los consumidores que dependen de un servicio esencial y afectaría tanto al centro de las ciudades como a las comunidades rurales, cuya columna vertebral está formada por el comercio».

«El efecto podría extenderse también hacia la totalidad de la economía: el sector aglutina a empresas que operan en un amplio rango de ecosistemas económicos, que dependen de la distribución minorista y mayorista para hacer llegar sus productos a los mercados», según EuroCommerce