La patronal elige su líder entre el desencanto de Xunta y empresarios
Pedro Rey y José Manuel Díaz prometen trabajar por un consenso que no pueden garantizar; los votos de A Coruña y Lugo decidirán el nuevo presidente
La Confederación de Empresarios de Galicia elige el próximo martes a su nuevo presidente tras casi tres años de interinidad en el timón de la institución, conducida por los vicepresidentes provinciales tras la dimisión de Antón Arias en enero de 2018. Las dos candidaturas que optan a liderar la patronal evidencian el naufragio en la búsqueda de un nombre de consenso, aunque Pedro Rey, presidente de la Confederación Española de Empresas de Formación, y José Manuel Díaz, exvicepresidente de la Confederación de Empresarios de Ourense, se han comprometido a trabajar por la “unidad” y la “estabilidad”, si bien ninguno de los dos puede garantizarla.
El mensaje es imprescindible después de que los tres últimos presidentes, José Manuel Fernández Alvariño, Antonio Dieter y Antón Arias, salieran antes de acabar mandato de sus cargos, los dos últimos presentando su dimisión al no poder lidiar con la batalla interna que tanto ha deteriorado a la institución en los últimos años.
Las organizaciones provinciales se habían comprometido a buscar un candidato de consenso. Pontevedra, dirigida por Jorge Cebreiros, incluso definió las características que debería tener y que pasaban por ser un empresario en activo, con una gran empresa detrás y con prestigio dentro del empresariado. La Xunta tenía una opinión parecida e incluso fue activa en la búsqueda del perfil. Sobre la mesa estuvieron nombres como Juan Manuel Vieites (Anfaco) o Javier Martínez (Asime), pero ninguno dio el paso.
El principal temor de los empresarios ahora es que la historia de los dos últimos presidentes se repita y la celebración de elecciones no garantice la estabilidad y la paz interna en la institución, que en los últimos años ha perdido prestigio y representatividad, además de hastiar a la Xunta. Al menos, la campaña de Pedro Rey y José Manuel Díaz no está contribuyendo a reabrir heridas.
Fuerzas repartidas y votos en bloque
Las fuerzas están muy repartidas en el sur gallego. José Manuel Díaz, licenciado en derecho y gestor administrativo –es hijo de Marcelino Díaz, fundador de una conocidísima gestoría de Ourense– cuenta con el apoyo público de la patronal ourensana. Pedro Rey, director de Grupo CIP, concita los apoyos de los empresarios de Pontevedra y de buena parte de las sectoriales. La clave estará, por tanto, en la decisión que tomen las confederaciones provinciales de A Coruña y Lugo, que en las últimas elecciones votaron de la mano para aupar a Antón Arias.
En unas elecciones que tradicionalmente se deciden en grandes bolsas de voto delegado, ahora incentivado por la pandemia, es previsible que se produzcan votaciones en bloque. A José Manuel Díaz le bastaría con el apoyo de Ourense, que ya tiene, y los de las provinciales de A Coruña y Lugo para hacerse con la presidencia. De hecho, es su única baza pues todo apunta a que Pedro Rey reunirá casi todo el apoyo en las sectoriales y en Pontevedra.