La patronal de Alcoa y Megasa se planta por el recorte de ayudas
La Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE) pide al Gobierno que abarate la energía tras poner fin a las subastas de interrumpibilidad
La gran industria pasa al ataque contra el Gobierno por el fin de las subastas eléctricas. La Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía (AEGE) advierte de la “incertidumbre” en la que queda sumida el sector tras la retirada de las subastas de interrumpibilidad.
La de la semana pasada, que dejó 95 millones de euros para la industria para la segunda mitad del año, no solo fue la convocatoria más precaria de los últimos tiempos (han descendido a la cuarta parte en apenas un lustro y un 40% en solo un año), sino también la última.
“Pérdida de competitividad”
El fin de las subastas de interrumpibilidad, en el que la industria electrointensiva se se asegura una compensación por los cortes de suministro eléctrico que pueden llegar a sufrir en momentos de sobredemanda eléctrica, supone una importante “pérdida de competitividad” para la gran industria, según la AEGE.
La patronal de Alcoa o Megasa no entiende la decisión del Gobierno, ya que, a su juicio, “hay muchos países europeos que cuentan con este servicio como elemento importante de seguridad de su sistema eléctrico».
La AEGE pide al Gobierno que asegure que “la industria alcance un precio eléctrico final similar al que disfrutan sus principales competidores dentro y fuera de Europa» para evitar que su contribución a la economía disminuya aún más.
Datos “preocupantes”
La patronal de la industria electrointensiva advierte de que las “señales de alarma se multiplican” después de que el consumo energético de la industria haya descendido un 9% en lo que va de año e insta al Gobierno a buscar una solución.
De lo contrario, avanzan, la industria verá erosionado su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) de España. Actualmente es de un 12,6%, frente al objetivo marcado del 20%. Para ello reclama una política industrial que permita poner fin al reguero de cierres y EREs en el sector secundario. El primer paso, según la AEGE, pasaría por el abaratamiento del precio energético.