La paradoja de Stellantis: toca techo en bolsa mientras para las fábricas por la crisis de los microchips
Las acciones de Stellantis han triplicado su valor desde marzo de 2020 y se encaminan a sus niveles más elevados desde la compra de Opel pese a sus parones por la crisis de los microchips
La crisis de los microchips ha forzado el enésimo parón en la fábrica viguesa de Stellantis (como se ha rebautizado el grupo PSA tras su fusión con Fiat Chrysler). La planta de Balaídos detendrá su actividad entre el lunes 23 de agosto y el domingo 29 (ambos inclusive) ante la escasez de semiconductores en el mercado.
El centro de trabajo se obligado, de esta manera, a suspender la producción en todos los sistemas y todos los turnos de trabajo apenas un día después de la vuelta del personal de las vacaciones estivales tras verse azotada por una crisis de los microchips a la que, sin embargo, sí resiste en bolsa.
Y es que las acciones de Stellantis cerraron la sesión bursátil de este jueves en el Nasdaq instaladas en los 20,3 dólares. La compañía ha sufrido una caída del 2,5% que la aleja ligeramente de los máximos históricos que acecha desde hace meses a pesar de las tensiones en su cadena de suministros.
Stellantis triplica su valor en bolsa desde la crisis del Covid-19
En concreto, los títulos de Stellantis se encuentran a menos de un 15% de pulverizar el nivel de los 23 dólares por acción que conquistó a comienzos de 2018. Por aquel entonces, el grupo PSA se encontraba todavía en fase de asimilación de la compra de Opel y marcaba unos niveles que posteriormente perdió hasta llegar a tocar los 6 dólares por acción en marzo de 2020, en plena sangría en bolsa por los confinamientos en todo el mundo como consecuencia de la pandemia.
Stellantis triplica su valor en bolsa desde esos mínimos alcanzados con el estallido de la pandemia y lo hace tras anotarse la segunda mayor subida de todo el sector automovilístico en lo que va de 2021. Su escalada del 22,7% en los ocho primeros meses del año tan solo es superada por el 49,4% que se ha anotado Ford durante este mismo ejercicio.
Por debajo de Stellantis se sitúan el resto de gigantes del sector, como es el caso de Daimler (matriz de Mercedes), que avanza un 21,4%; General Motors (dueña de Chevrolet), que rebota un 21,6%; así como de Honda (+18,3%), Toyota (+17,9%) o BMW (+7,8%). Tan solo Renault (grupo que integra también a Nissan y Mitsubishi) se pierde este rally de las automovilísticas tras dejarse el 11,9% de su valor en lo que va de año.
Los analistas vaticinan un beneficio millonario para Stellantis
El acelerón de Stellantis en bolsa coincide con un momento marcado por los sucesivos parones por la crisis de los microchips que golpea al resto del sector. Audi ha anunciado que enviará a casa a 10.000 empleados de las fábricas de Ingolstadt y Neckarsulm ante la imposibilidad de seguir adelante con el ensamblaje de vehículos; Ford ha interrumpido su actividad en la factoría de Colonia; Toyota, por su parte, se ha desplomado un 4,4% en bolsa tras adelantar que recortará su producción un 40% en septiembre por la crisis de los microchips.
Estas tensiones en la cadena de suministros no han impedido, sin embargo, que Stellantis haya vuelto a la senda de la rentabilidad. El consorcio que capitanea John Elkann cerró el primer semestre del año con unas ganancias de 5.900 millones de euros, cifra que contrasta con las pérdidas por valor de 813 millones de euros cosechadas en el mismo periodo del año anterior.
Los analistas prevén que la compañía resista a la crisis de los microchips y esquive los números rojos al cierre del año. Las estimaciones del consenso de mercado apuntan a que la compañía elevará su cifra de negocios hasta los 156.041 millones de euros al término de 2021, al tiempo que sus beneficios se dispararán desde los 2.200 millones de euros hasta los 10.410 millones.