La pandemia hace a Comar un roto de casi seis millones tras dos años de beneficios en ascenso
Las cuentas de este gigante del juego gallego revelan una caída de ingresos de un 50% en 2020. No obstante, aseguran desde el grupo que, sin restricciones, de nuevo retoma la senda alcista
El coronavirus asestó un golpe sin precedentes al sector de juego, afectado no solo por los cierres de las casas de apuestas y salones recreativos, sino por el cerrojazo a la hostelería. Lo sabe bien uno de los gigantes gallegos del sector, Comar, que finalizó el ejercicio de la pandemia en números rojos, tras haber logrado encadenar dos años con un notable aumento de beneficios.
Así lo exponen las cuentas consolidadas de Comar Inversiones y Dirección de Empresas, que revelan unhas pérdidas netas del grupo de 5,7 millones de euros frente a las ganancias de 6,5 millones de la prepandemia. El 2018, según los registros, también fue un buen año para los coruñeses, ya que, en línea con la recuperación del sector, aumentaron beneficio un 30% hasta los 5,9 millones.
Fuentes del grupo indican a Economía Digital Galicia que encaran este resultado como un bache derivado de la situación extraordinaria de la pandemia, ya que el 2021 comenzó a apreciarse de nuevo la recuperación, aún teniendo en cuenta que muchos de sus segmentos de negocio, relacionados con el ocio presencial, siguieron afectados.
Caída de un 50% de la cifra de negocio
Con unos activos de 250 millones de euros a cierre de 2020, el grupo de José Collazo vio cómo su patrimonio neto retrocedía de los 120 a los 113,3 millones de euros. La cifra de negocio de la sociedad holding cayó un 50%, desde los 124,6 millones a los 62,3 millones. El resultado de explotación pasó de 10,9 millones a un negativo de 6,7 millones.
En su memoria, los administradores de la compañía evidencian el tremendo golpe que supuso el Covid para una empresa centrada en sus distintas actividades alrededor del ocio. De hecho, en el segmento de actividades relacionadas con el juego, los ingresos cayeron desde los 113 a los 53,5 millones de euros. La actividad inmobiliaria del grupo experimentó un descenso del 57%, de los 2,5 al millón de euros, debido principalmente a las bonificaciones y renegociaciones de alquiler con los clientes. Las actividades del sector servicios descendieron un 15%, pasando de los 9,1 millones a los 7,7 millones de euros. Comar también cuenta con aparcamientos, otro segmento de negocio fuertemente golpeado durante el Covid con las restricciones a la movilidad y el fomento del teletrabajo.
Para paliar la situación, el grupo actuó directamente sobre los costes. En primer lugar, y según destaca en su memoria, con la realización de ERTEs en la plantilla que “permitieron reducir los gastos de personal en un 37%”.
Creditos ICO
Además, el histórico grupo coruñés optó por los créditos ICO del Gobierno ligados a la pandemia para mitigar la tensión de tesorería. “Durante el ejercicio 2020 se le han concedido al grupo 21 millones de euros de las líneas de avales aprobadas por al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital para la cobertura de financiación”, apunta. Este año tendrá que comenzar a devolver los préstamos, teniendo en cuenta que se establecieron con un año de carencia y un vencimiento en el ejercicio 2025.
Si bien los créditos ICO fueron toda una inyección de oxígeno durante la pandemia, estas operaciones también aumentaron la deuda bancaria de la compañía, que se había minimizado en los ejercicios anteriores. Si bien la deuda a corto plazo con entidades financieras pasó de 24,8 a 23,8 millones de euros, la de largo plazo aumentó de 47 a 60 millones.
Complementariedad de los negocios
En todo caso, la tendencia alcista que había experimentado la compañía en los años anteriores a la estallido de la pandemia es un aval para el grupo, que asegura que ya en este ejercicio recién terminado se evidencian los signos de la recuperación. En la memoria no financiera de la compañía, sus administradores también llaman la atención sobre algunos de sys retos más allá de la emergencia sanitaria. Uno de ellos es fomentar la «complementariedad del canal de juego presencial y el online, como un elemento crítico para conseguir la diferenciación frente a otros competidores».