La pandemia castiga a la dueña de Ferroatlántica: pierde 56,2 millones de euros en el primer trimestre
Ferroglobe perdió un 39,7% más que el año pasado por motivos que la directiva relaciona a la pandemia, aunque aseguran que están "encaminados" a la recuperación
Imagen de archivo de la planta de Ferroatlántica en Sabón (Arteixo)
Ferroglobe, participada por el Grupo Villar Mir, perdió 68,5 millones de dólares (cerca de 56,2 millones de euros) en el primer trimestre del año, lo que supone un 39,7% más que los números rojos de 49 millones de dólares (40 millones de euros) registrados un año antes.
En el primer trimestre del ejercicio, las ventas de la dueña de Ferroatlántica fueron de 361,4 millones de dólares (del entorno de los 296,4 millones de euros), el 16 % más que en el mismo periodo de 2020 y un 13 % superiores a las registradas tres meses antes.
El grupo especializado en la producción de especial silicio redujo en más de un 50% sus pérdidas con respecto al trimestre precedente, cuando contabilizó unos 139,8 millones de dólares (114,7 millones de euros), según los datos publicados. Sin embargo, la compañía considera que ha llegado a un punto de inflexión en el negocio, que «se sustenta en fundamentos sólidos de oferta y demanda en todos los productos de la cartera y que se han visto influenciados por el aumento de los precios».
Recuperación en pandemia
Desde la empresa han agregado que el ritmo de recuperación es más fuerte de lo que se esperaba, que estas condiciones «continuarán durante el resto del año» y que la compañía «está bien posicionada para capitalizar esta oportunidad y acelerar el proceso hacia la rentabilidad».
En la directiva se han apoyado en el impacto negativo de la pandemia para explicar los resultados obtenidos, unas cifras que prevén que sigan la tendencia en el futuro sobre los ingresos, aunque en un importe que no se puede determinar. La deuda bruta fue de 419 millones de dólares (344 millones de euros) a 31 de marzo de 2021, el 8 % menos que la registrada a cierre de 2020 como parte del acuerdo de refinanciación.
En base a las incertidumbres sobre la capacidad de la compañía para continuar en funcionamiento, el grupo considera que cuenta con los recursos adecuados y ve probable que se complete el canje de las obligaciones y el capital adicional para continuar operando.
