La ‘nueva vida’ de Sargadelos: fichaje de Eva Cárdenas y beneficios a pesar del Covid
A pesar de la notable caída de ingresos durante la pandemia, las fábricas del histórico grupo cerámico consiguieron evitar las pérdidas el año del Covid y de las restricciones al comercio
El histórico grupo de cerámicas de Sargadelos resistió el golpe de la pandemia a pesar de que aún digiere las turbulencias que supuso su caída en concurso de acreedores en 2014. Las cuentas individuales de sus principales sociedades, recientemente depositadas ante el Registro Mercantil, confirman que la compañía logró esquivar los números rojos incluso con las restricciones al comercio que acarreó el coronavirus. El 2020 fue un ejercicio, además, que finalizó con un fichaje especialmente mediático y no exento de polémica en el ámbito político: en diciembre trascendió la contratación como asesora de Eva Cárdenas, ejecutiva gallega muy conocida en el ámbito empresarial por su etapa como directora de Zara Home, entre 2003 y 2018, y, fuera de él, por ser la pareja del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Controlada por Segismundo García, la histórica cerámica refundada por los intelectuales galleguistas Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane, suspendió pagos en 2014 con un pasivo de cinco millones de euros. Hubo que esperar hasta el ejercicio 2018 para que la compañía regresase a la senda de los beneficios. Ahí se ha mantenido desde entonces, a pesar del hachazo que el Covid asestó a sus ingresos el pasado ejercicio.
De Cervo a Sada
Aunque, el grupo no consolida sus resultados, es posible tener una foto aproximada de los mismos a través de las cuentas individuales de sus principales sociedades. Según el balance remitido al Registro Mercantil, Fábrica de Cérámica de Sargadelos, que comprende las operaciones de la factoría de Cervo (Lugo), logró cerrar en negro el año de la pandemia. Eso sí, tanto sus beneficios como su cifra de negocio cayeron de forma considerable. Los ingresos de la compañía retrocedieron un 36%, hasta los 1,9 millones de euros. Con un resultado de explotación, el propio de la actividad de la compañía, de 96.000 euros, frente a los 316.000 de 2019, el resultado neto del ejercicio se quedó en 58.630 euros. En prepademia había llegado a los 185.000 euros.
Explican los administradores de la compañía en la memoria anual de la misma que la caída de ingresos deriva exclusivamente de la crisis del Covid. “A pesar de ello, y derivado de la gestión de costes, se ha conseguido, no sin esfuerzos, mantener el resultado positivo en la cuenta de resultados, habiendo afrontado la situación sin aumentar el endeudamiento”, indican. Lo cierto es que el pasivo corriente de la sociedad se redujo de un millón a 929.000 euros, mientras que el pasivo a largo plazo pasó de 981.000 a 784.000 euros. No obstante, la sociedad tiró de recursos propios. Por ello, “la cifra de liquidez, en concreto en «inversiones financieras a corto plazo, ha disminuido en 200.000 euros, y la tesorería líquida en 20.000”.
En el caso de la sociedad Cerámicas do Castro, que engloba el negocio fabril situado en O Castro, del concello coruñés de Sada, la cifra de negocios cayó de 1,8 a 1,2 millones de euros. El resultado de explotación, no obstante, aumentó de 150.000 a 351.000 euros. La citada sociedad fue capaz de incrementar sus beneficios netos en plena pandemia, al pasar de 94.000 a 253.000 euros. El balance de resultados contabiliza unos cobros por desinversiones de activos financieros de 113.000 euros.
Los administradores de la compañía indican que, a pesar de la caída en la cifra de negocio, el fondo de maniobra de la sociedad se incrementó en un millón de euros. “En resumen, se ha mejorado de modo importante los parámetros que atenazaban la viabilidad futura de la empresa, entendiendo que esta se encuentra en situación de salida para poder reiniciar un desenvolvimiento normal en el mercado”, destaca la compañía en su memoria.
Las tiendas aguantan el tirón
La otra gran pata societaria la representa Porcelana de Sargadelos, que gestiona los puntos de venta de la firma. Directamente afectada por las restricciones al comercio, la cifra de negocios de esta filial pasó de 5,6 a 4 millones de euros, mientras que el resultado del ejercicio cayó desde los 37.200 a los 12.373 euros.
Eso sí, el Covid abocó a las tres sociedades a acometer ERTEs por causa de fuerza mayor. En Cervo afectaron a más de 80 personas, a 55 en Sada y a 16 en la sociedad que gestiona las tiendas del grupo, según los datos remitidos al registro. Las cuentas tanto de las factoría de Cervo como la del Castro contabilizan además pagos a Segismundo García, en calidad de administrador único, de 26.500 y de 25.000 euros en el ejercicio.
El 2020 de Cárdenas
Con estos números encara Sargadelos una nueva etapa con el asesoramiento de Eva Cárdenas. La incorporación de la ejecutiva se produjo en un momento de renovación del patronato de Sargadelos, que pretendía intensificar sus acciones para divulgar la cultura industrial de la compañía, así como los valores tradicionales de la cultura gallega. Sin embargo, de este órgano decidió salirse la Xunta, que contaba con dos representantes. El propio conselleiro de Educación, Cultura e Universidade, Román Rodríguez, uno de los dos miembros del Ejecutivo gallego que formaban parte del patronato (el otro era Anxo Lorenzo, director xeral de Políticas Culturales), justificó este movimiento por el hecho de evitar «usos torticeros» por parte de la oposición.
En el terreno laboral, Cárdenas no solo desembarcó en Sargadelos el pasado año, también logró enderezar el rumbo de su inmobiliaria con sede en A Coruña, Niebla Azul. Aún con números discretos, la compañía pasó de registrar una cifra de negocio de 52.840 euros en 2019 a 131.485 euros en 2020 pese a la crisis desatada por la pandemia. Este crecimiento de sus ingresos permitió a la sociedad dar carpetazo a los números rojos que se anotó en su primer año de vida. Y es que Niebla Azul ganó 52.891 euros en 2020, unas cifras que contrastan con los 19.495 euros de pérdidas que se anotó en 2019.
Su patrimonio neto aumentó de 3,08 a 3,14 millones de euros, frente a unos activos que se incrementaron de 3 a 3,5 millones de euros.