La nueva vida de los históricos proveedores de Amancio Ortega, entre el ladrillo y el naval
Cándido Hermida con la carpintería enfocada al sector de la navegación, Malasa y la antigua Caamaño con la construcción y Aluman con las fachadas sostenibles. Las empresas que crecieron a la sombra de Inditex han diversificado su cartera
Cándido Hermida, conocido informalmente como el carpintero de Inditex, rememora en muchas ocasiones que su vida como empresario comenzó a los 45 años. “Me había quedado en paro y fue la solución por la que opté en el año 84, porque no había trabajo”, recordó hace poco más de un año, en el homenaje que le rindió el Cluster da Madeira. La expansión del discreto imperio ebanista fue pareja a la de Inditex, como muchos otros históricos proveedores radicados en Galicia, de Aluman a Caamaño, la montadora de tiendas de Zara, ahora en manos de la vasca Kider.
Todas crecieron a la sombra de la primera textil del mundo, pero también es cierto que han sabido buscar nuevos nichos de mercado a lo largo de los años, de la construcción a la carpintería naval. Tras el convulso periodo de la pandemia, los informes anuales de las históricas compañías evidencian sus nuevas vidas más allá de la moda.
Carpintería naval
El ejemplo más claro lo representa la compañía de carpintería con sede en Narón, en Ferrolterra. Con distintas áreas de negocio, en este momento, la que acumula más contratos para los próximos años es la que se encarga del área naval. Así se refleja en las últimas cuentas presentadas ante el Registro Mercantil, que indican que el holding empresarial redujo sus pérdidas netas el pasado año de 4 a 1,3 millones de euros (su ebitda sí abandonó el negativo y llegó a los 264.000 euros). Con una facturación que roza los 50 millones de euros, el grupo de la familia Hermida planea llegar a los 64,6 millones de euros en 2025.
Los administradores de la compañía exponen en la memoria que acompaña su balance que en lo que respecta a la construcción ligada al negocio de los astilleros, el grupo prevé ejecutar proyectos hasta 2025 de 64 millones de euros. Además, en lo que atiende a la línea de negocio de proyectos singulares para el naval, tiene en cartera trabajos a desarrollar en este ejercicio y el siguiente por 35 millones de euros y, adicionalmente, espera arrancar otros dos proyectos, entre el próximo ejercicio y 2025, de 10 millones de euros cada uno.
Fachadas sostenibles
En A Coruña destaca el caso de Aluman, que comenzó siendo una proveedora habitual de Inditex y acabó siendo un referente internacional en los trabajos de construcción de fachadas tecnológicas sostenibles. El CEO del grupo, Manuel Ángel Pose Palleiro, asegura que esta área representa más del 60% de la cartera de negocio.
Con una facturación el pasado año de 70 millones de euros, el conglomerado industrial fue capaz de volver al negro el pasado año: registró unas ganancias netas de 800.000 euros frente a las pérdidas de 5,7 millones registradas durante la pandemia.
A pesar de que durante el pasado año, y según se expone en su memoria anual, volvió a sacar petróleo del sector retail, con las tiendas de nuevo abiertas, el gran negocio del grupo no está, ni mucho menos en los espacios comerciales, sino en la carpintería metálica. Solo la división de negocio denominada Proyectos, que engloba “grandes obras y proyectos singulares”, logró una facturación de 37 millones de euros, más de la mitad de la facturación total del grupo.
Nuevos clientes, nuevos sectores
Otra de las grandes proveedoras gallegas de Inditex es Malasa, grupo empresarial constituido hace 25 años y formado por 14 empresas dedicadas al montaje y fabricación de mobiliario pero que también cuenta con una división de obra civil. Tras perder 8,4 millones de euros en 2020, la compañía cerró el pasado año con unas ganancias netas de 3,7 millones de euros, estirando su cifra de negocio hasta rozar los 100 millones de euros.
Consultadas por Economía Digital Galicia, en sus cuentas, los administradores de la firma evidencian la importancia de la diversificación del negocio. “El grupo está ampliando tanto los mercados donde opera como diversificando la cartera de clientes. Esto le está permitiendo entrar en sectores de negocio de hotelería, restauración y viviendas mientras consolida el negocio del retail con nuevos clientes”, explica.
Prestadora de servicios, la compañía de los Pérez Patiño apuesta por seleccionar bien a sus clientes. “El grupo mantiene una cartera de clientes de solvencia contrastada y con un historial de crédito óptimo. Para los nuevos clientes se sigue un proceso de verificación de crédito, ajustando las condiciones de cobro a la solvencia del cliente y contratando, si fuera preciso, pólizas de crédito para minimizar posibles riesgos”, expone.
Obra civil
El histórico grupo de montaje de tiendas de Inditex, Caamaño, ahora en manos de la vasca Kider y rebautizado como Kimak, también apuesta por abrirse paso en el ladrillo. El pasado año transformó su filial Syca en Citanias, una compañía que sin abandonar el tradicional negocio en el retail pone la mirada sobre «la obra civil, la edificación y las energías renovables«.