La nube de ceniza amenaza a la afición culé
El volcán islandés Grimsvotn puede dejar en el suelo a los 16.000 afortunados que poseen una entrada para la final de Champions. Las agencias de viajes piden prudencia mientras los meteorólogos afirman que todas las posibilidades están abiertas
Al FC Barcelona le ha salido un nuevo obstáculo en la final de Champions del próximo sábado: el volcán islandés Grimsvotn. La nube de cenizas procedente del monte llegará entre las últimas horas del lunes y las primeras del martes a Irlanda y el norte del Reino Unido. Si finalmente se cumple la previsión, el espacio aéreo de estas regiones se cerrará debido al peligro que comporta volar entre una nube de ceniza. Si el flujo de vientos sigue la trayectoria actual hasta el sur pone en peligro el tráfico aéreo hasta Wembley.
Fuentes meteorológicas consultadas por Economía Digital han asegurado que por el momento todas las posibilidades están abiertas. “Nadie puede hacer previsiones de cómo evolucionará la situación hasta el sábado”. Se vaticina que llegará al norte de España el jueves si se mantiene la intensidad de la erupción, un extremo difícil de suponer.
Además de los 16.000 afortunados que poseen una entrada para la final de Champios, muchos culés ya tienen programado viajar hasta Londres para seguir el partido cerca del estadio. Para evitar que se repita el caos que se vivió el año pasado, cuando otro volcán islandés canceló todos los vuelos hasta Milán en semifinales, las agencias de viajes y touroperadores han empezado a plantear un Plan B.
Eurotúnel
Desde Halcón Viajes, la compañía oficial del Barça, están trabajando “codo con codo” con la directiva de Sandro Rosell en el estudio de un transporte alternativo para los aficionados. En cuanto al equipo, si finalmente no pueden volar llegarán a Inglaterra por el Eurotúnel. Hasta París hay varias opciones, si la nube de cenizas llega a Francia o España el tren es la que tiene más fuerza.
En esta ocasión el viaje en autobús hasta Londres es mucho más largo que el trayecto a Milán, pero es una alternativa que suma puntos entre la afición azulgrana. Además del túnel, también se puede llegar al Reino Unido por mar.
Desde la Agencia Catalana d’Agències de Viatges (ACAV) recuerdan que la última vez que se cerró el espacio aéreo, por la huelga salvaje de los controladores en diciembre, se agotaron las plazas en autobús. Por esto es importante la previsión. Eso sí, algunas agencias, como la del RACC, no moverán ficha hasta que esté confirmado que no se puede volar. “No se ha previsto nada, el departamento de productos tomará cualquier decisión si la cosa va a más”.
Prudencia
Por otro lado, la gerente de la ACAV, Catiana Tur, ha pedido “mucha prudencia a todo el mundo”. En una entrevista con ED, ha asegurado que si se cumplen las previsiones más nefastas “no pasará lo mismo que el año pasado, ya que tenemos toda la experiencia previa acumulada”. En este sentido, ha reconocido que entonces la nube de ceniza “fue una sorpresa para todo el mundo. Ahora ya tenemos protocolos establecidos”.
Tur también ha comentado las opciones que tienen los clientes si se cancelaran los vuelos. “Las compañías aéreas están obligadas por el Reglamento 261 del Parlamento Europeo a devolver el importe o ofrecer un vuelo alternativo y cubrir la asistencia en el caso de que no puedas volver a casa. Es decir, pagar un hotel y la manutención”. La UE también indicó que se tiene que garantizar un transporte alternativo, pero la gerente asegura que muchas compañías “se saltan el reglamento”. En este caso, “en el mismo aeropuerto se puede presentar una reclamación a AENA”. Spanair ya ha comunicado que no cuentan con esta opción.
Las obligaciones van en la misma dirección en el caso de los paquetes de viajes. “La normativa aérea dice que si no puede salir se tiene que ofrecer una alternativa de transporte distinta, devolver el importe del viaje o buscar una nueva fecha”.
Eurocontrol
La Comisión Europea (CE) ha puesto en marcha un grupo de coordinación de crisis para pactar unas líneas de actuación. Tienen silla los representantes de la Administración, los aeropuertos, las autoridades nacionales de aviación y la Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea (Eurocontrol). De hecho, este último organismo también está siguiendo con lupa la evolución de la nube de cenizas.